hijo de griegos

Interrupción indeseada

Las clases se terminaron, usualmente pasaría la primer parte del verano en el campamento mestizo y luego algunas semanas en su pueblo natal junto a su padre pero ahora todo era distinto.

Terminando su cuarto año, el mundo mágico británico volvió a ser golpeado por el líder de la magia oscura, el "Señor tenebroso", Voldermort. A pesar de no ser el elegido para derrotar futuramente al mago, era consciente de que tanto el mismo como sus seguidores sabían que era poderoso por lo tanto un problema/obstáculo para sus planes.

Aparecer en el medio del bosque de su pueblo sin tener que viajar por horas y explicar una infinidad de veces cargar una jaula de ave vacía es fantástico, lo que no lo es, es hacerlo por medio de un trasladar. Nunca logro aprender a aterrizar de manera limpia, sin importar cuantas veces Cedric se lo hubiera explicado y enseñado, simplemente no era lo suyo. Y en ese momento lo volvía a comprobar.

-Carajo, el día que logre esta mierda voy a pedir un premio. –prometió para sí mismo el castaño mientras se levantaba limpiando su ropa.

Luego de acomodar el baúl, la jaula y su mochila de manera que le permita caminar, se dirigió a la salida del bosque donde su padre le había comunicado que lo buscaría para llevarlo a casa y luego irse al trabajo.

En cuanto llego al límite que creaban los arboles con la carretera pudo divisar la vieja y familiar patrulla de su padre, el sheriff Noah Stilinski, soltó todo con lo que cargaba para sin pensarlo mucho tirarse a los brazos de su padre. Tal vez no tenían la relación perfecta pero ambos se preocupaban y amaban al otro enteramente y luego del año alocado que conllevo su último año escolar estaba más que contento de encontrarse entre los brazos de su padre.

-¿Año difícil? –cuestiono su padre acariciando su cabello.

-Hay tantas cosas que no podía contarte por las cartas y siento como tantas cosas están por venir y ninguna se siente bien y son tantos cambios tan rápidos que no me dejan un margen para poder procesarlos y adaptarme, además todavía no he pisado el campamento y nunca hay veranos tranquilos allí pero no puedo no ir a ver cómo están porque a pesar de todo ellos siguen siendo mi familia y no los dejare si me necesitan pero siento que...

-Hey estaremos bien, siempre lo estamos al final. –afirmo el sheriff con voz tranquilizadora para calmar a su alterado hijo.

Subieron las pertenencias del menor al auto, manteniendo una conversación trivial por el camino después de prometer tener una charla completa luego de que Noah terminase su turno del día. Volver a casa fue como un calmante para el castaño, pisar la casa de su infancia luego del año escolar o el campamento era como una vuelta a la realidad, como despertar de un buen sueño que luego se convierte en pesadilla y piensas que nunca acabara. Siendo hijo de un mago (mortales bendecidos hace miles de años por la diosa Hécate) y una diosa griego, se podría decir que eso definía su vida anual.

Dejando la ventana abierta en caso de que Kai, su lechuza, decidiera aparecer a descansar y desvistiéndose por completo para dormir solo en bóxer se tiró en su cama. Estaba realmente agradecido de que su padre hubiese cambiado y tendido la cama, de otra manera él no lo hubiese hecho hasta después de descansar por horas.

...

Por sorprendente que sonara tratándose de un semidiós que debería de tener sueño ligero en caso de emergencia, Stiles podía continuar durmiendo por horas sin importar lo que sucediera a su alrededor cuando estaba cansado por demás, es por esto que solo despertó después de escuchar un grito demasiado fuerte a los pies de su cama, además del claro sonido de cosas cayéndose y chocando.

Algo desorientado se sentó en su cama y observo bastante divertido como un grupo de cuatro jóvenes de aparentemente su edad y dos adultos peleaban contra su libro de cuidado de las criaturas mágicas. Él juraba que lo había encadenado, pero también solía jurar que su tarea de historia de la magia se la llevaba Peeves por lo que no pondría las manos en el fuego por él mismo.

-¿Necesitan ayuda? –estaría riendo a carcajadas e intentando ayudar a los intrusos si no fuese por el hecho de que por primera vez en semanas estaba logrando descansar debidamente.

No se preocupó mucho por la situación que vivían con un libro mágico debido a que leyó la levemente la mente de uno de los mayores descubriendo que se trataba de hombres lobos.

-¿Qué carajos con esto? ¡Haz algo que este monstruo quiere comernos! –le grito el rubio con leves rulos en su cabello y una bonita bufanda adornando su cuello.

-Ustedes fueron quienes se metieron en una casa sin permiso, que por cierto pertenece al sheriff del pueblo por lo que cometen delito federal. –explico tranquilo apoyando su espalda en el respaldar de la cama.

-Este niño me agrada. –comento Peter, llamando la atención de todos hacia él.

-Pues a mí no. –enojado y asustado, Isaac salto sobre el escritorio, tirando así algunos libros y cuadros.

-Miren, no los conozco y tampoco me interesa realmente hacerlo, solo quiero dormir hasta que vuelva mi padre con mucha comida y ustedes están siendo un obstáculo innecesario, muy innecesario he de decir, así que para agilizar esto ¿Quiénes son? ¿Qué esperan encontrar aquí? ¿Y quién los hirió tanto para ser seres tan horribles que despiertan a pobre gente que busca dormir?

Los lobos escanearon al castaño, comenzando a sentir el aroma que desprendía el mismo. Un mezcla suave del olor característico de libros, bosque y algo que no lograban identificar.

O al menos no del todo.

-¿Por qué tu libro trata de comernos? –Scott, quien estaba sobre la silla, cuestiono.

-No lo sé, estudie con ese libro todo un año pero realmente nunca logre terminar de entender el porqué de que sea así. Lo cuestionare con Hagrid cuando lo vea y de paso lo llevare conmigo por si lo puedo abandonar en la biblioteca sin que sepan que fui yo. –termino divagando mientras veía al mismo aun dando vueltas por la habitación.

Mirando aun el libro fijamente murmuro un "incarcerous", logrando que unas cuerdas lo rodeen por completo evitando que siga moviéndose pero sin detener los zarandeos.

-¿Cómo hiciste eso? –entre autoritario y curioso cuestionó el Hale menor.

-Magia, bonito. –el castaño hablaba en serio y sus latidos lo delataron, pero su tono burlón y el guiño dirigido al alpha no lo dejaban en claro- ¿Terminaron?

-¿Qué eres y por qué estás aquí? Estás en territorio de manada.

-Lo sé, tu madre y mi padre se conocieron, además mi "especie" no necesita y ni sigue los permisos o reglas de territorio. Por otro lado, es curioso que reconocieran mi aroma recién ahora siendo que paso aquí todos mis veranos luego de terminar el año escolar, tendré que averiguar el porqué. –otra cosa agregada a su lista mental, esperaba no olvidarse.

-Y ¿Cuál es tu especie mocoso? –curioso, pregunto ahora el Hale mayor.

-Junten neuronas y averígüenlo. –ya cansado, murmuro un protego y volvió a acostarse para dormir lo que le quedase de tiempo.