Pensando en ella

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POV Wednesday

El crimen había sido resuelto, por el momento su novela había concluido, y el receso escolar apenas iniciaba pero había bastado con que solo pasen un par de días para que esa extraña sensación volviera a su pecho, era la segunda vez que sentía algo semejante y el motivo de su malestar era el mismo, la soledad, o más bien la ausencia de Enid.
Sabia que la marca que habia dejado en ella era indeleble pero esto ya estaba bordeando lo patético, era absurdo, dos semanas, solo quince días sin su compañía y ya sentía como si el vacío de su pecho la consumía con el correr de los días. Nada la hacía sentir completa, las actividades que solían gustarle habían perdido sentido por lo que no encontraba una distracción, algo que sacara a la rubia de su cabeza.

Obsesionarse con historias, situaciones o asesinatos era lo habitual pero ¿con Sinclair? Estaba loca o la sobre-exposición al color había afectado su organismo completamente porque al igual que cada vez que se obsesionaba con algo solo tenía una cosa en mente y conociéndose no iba a ser fácil de ignorar.

Unos golpecitos contra su escritorio la sacaron de su ensimismamiento.

—¿Qué sucede?

—Estás pensando en ella —concluyó Thing

—No sé de qué me estás hablando —respondió la pelinegra tratando de disimular su incomodidad.

—Enid obviamente...

—¿Qué locuras estás diciendo Thing?

—Es ella o el extraño mensaje que recibiste, pero a juzgar por el peluche de unicornio que compraste hace unos días creo que es evidente que extrañas a Enid.

El silencio inundó la habitación, ese estupido peluche la había delatado, no sabía qué responder, había sido descubierta ¿tan obvia era? Esto definitivamente era un desastre.

—Tu silencio dejó las cosas más claras pero... ¿Qué harás al respecto? —preguntó Thing.

—Nada, no hay nada que pueda hacer más que repudiar lo que a mi pesar estoy sintiendo.

—¿Porqué no le escribes? Ese aparato se usa para comunicarse con otras personas, no como pisapapeles.

—Esa cosa está muerta, no enciende así que no sirve de nada

—Entonces llámala

—¿Y que se supone que le diga? Sería una pérdida de tiempo, sabes que no soy una persona conversadora. No puedo llamarla.

—En ese caso podrías ir a San Francisco
—espetó su confidente que parecía tener toda una lista de sugerencias ante las inminentes negativas de la pelinegra.

—No puedo hacer eso, pensará que estoy desesperada o peor aún, que extraño su presencia.

—¿Desde cuándo te importa lo que piensen los demás?

—No me interesa lo que los demás piensen —respondió mientras lanzaba una mirada asesina.

—Entonces te desafío a que vayas a visitarla.

—¿Y cuál sería mi excusa? No puedo aparecer en su casa y decirle la verdad.

—Fácil, la primera ella te invitó, la segunda no quieres quedarte con tus padres, la tercera tengo un ungüento que ayuda a disminuir cicatrices.

—¿Tú vendrías?

—Podría pero creo que está misión debes hacerla tú sola.

[...]

POV Enid

La primera semana lejos de Nevermore había sido un desastre, y tanto su humor como su paciencia iban en decadencia, a pesar de que había logrado enlobar las críticas y discusiones con su madre no habían cesado en ningún momento, siempre había algo por lo que la terminaba decepcionando, y esta mañana no había sido muy diferente. Su reproche más reciente era por las cicatrices de su rostro y de cómo podía ser tan ingenua de arriesgar su vida por alguien que conocía hace tan poco tiempo. "De seguro que para cuando regresen a clases ella no recordará ni tu nombre" repetía su madre de manera incesante, y lo más doloroso era que quizás tenía razón, tal vez Wednesday ya la había olvidado aunque sin duda trataba de convencerse de lo contrario, después de todo habían logrado algunos avances en su extraña amistad y a pesar de que la gótica lo negara se había ablandado un poco con ella, sobre todo luego de su enfrentamiento con el Hyde, la vidente dedicaba especial cuidado a las heridas de su rostro y de vez en cuando creía haber notado una pizca de culpa detrás de la mirada azabache,  además estaba el abrazo, estaba casi convencida de que el abrazo que Wednesday le había dado esa noche era reservado para un limitado y selecto número de personas y de alguna manera eso la hacía sentir especial pero por otro lado toda esa idea se derrumbaba al momento de recordar que la chica en cuestión nisiquiera respondía sus textos... y ahí iba de nuevo a pasarse el día frustrada tratando de descifrar si de verdad iba a ser o no olvidada, si ocupaba o no un lugar especial en la vida de la vidente, si tenía o no la posibilidad de... El sonido de su teléfono móvil la volvió a la realidad.

—¿Hola? —respondió dudosa al número desconocido

—He considerado tu invitación.

—¿Wednesday? ¿Qu..qué invitación?

—A San Francisco... Bruma y llovizna son una propuesta aceptable.

—¿De verdad quieres venir a visitarme? —preguntó aún sin poder creer lo que estaba escuchando y luego de un largo silencio la voz firme y segura de la gótica parecía haber sido reemplazada por un un balbuceo dubitativo

—Bueno, si... si aún quieres que yo... es que Thing te extraña y pensaba en enviarte un ungüento para tus cicatrices... es decir, si aún laaa la invitación sigue en..

—¡Por Dios Addams por supuesto que quiero que vengas!

De hecho pensé que ya me habías olvidado...  ya que no te has dignado a responder mis textos —comentó casi en reproche

—Ese aparato murió hace días.

—Que extraño ¿Lo arrojaste contra algo o alguien tal vez?

—No hice nada Enid solo dejó de funcionar.

—¿Intentaste conectarlo al cargador?

—Maldita tecnología —murmuró por lo bajo, por lo que la rubia trató de contener su risa, le causaba ternura como algo tan obvio para cualquier adolescente podría resultar tan complicado para la pelinegra que a pesar de su intelecto y gran ingenio no lograba adaptarse al siglo XXI.

—Okey, te diré como llegar a casa y luego pones a cargar ese teléfono así estamos en contacto hasta que llegues...

Wenclair - Extraña Sensación Where stories live. Discover now