• Capítulo I •

3.1K 259 60
                                    

Max y Checo eran muy buenos amigos...hasta que sucedió la traición.

Desde que Checo se mudó al vecindario y se quedó en el mismo colegio que Max, se habían empezado a volver cercanos. Muy poca gente se acercaba a Max por el carácter que aparentaba tener, pero a Sergio eso no le importó, no era de los que se dejaban guiar por las apariencias y se mostró siempre simpático y amistoso con el rubio; para Max el mexicano siempre tuvo un carisma atrayente, era tranquilo, divertido y paciente, además proyectaba tener el control de las cosas y eso le gustaban mucho a Max, aunque nunca lo diría en voz alta.
El punto es que no habían pasado ni 2 semanas de la aparición del mexicano en el barrio y ya eran los mejores amigos.

Sergio era un alumno bueno, realmente la escuela no significaba una dificultad para él, pero presentar exámenes si y Max de plano no daba una para las pruebas; por eso un día idearon un plan para poder pasar los exámenes:
Estudiarían cada quien una parte de la guía y en el examen se las arreglarían para pasarse las respuestas que necesitarán. Puro trabajo en equipo.

Por cosas del destino, o simples coincidencias, en todas las pruebas que habían tenido hasta el momento, el único que necesitó ayuda siempre fue Max, y Checo no tuvo problema en ayudarle, porque cuando se presentara la oportunidad Max lo ayudaría no?
No?...

La tragedia pasó un viernes, en la hora de química, las pruebas de ciencia eran el dolor de cabeza del chico de cabellera castaña, pero había empezado el examen y hasta el momento todo hiba bien, fue entonces que la profesora dijo las palabras que desencadenarían el problema: -Chicos, atiendan un momento por favor. - la mujer se levantó de su silla para que la escucharan mejor- Por un tema de tiempo ya no podremos hacer la práctica del lunes, y para que no pierdan esa calificación agregué una pregunta abierta al final del examen - mencionó mirando a sus alumnos- Esa pregunta valdrá lo de la práctica, esta claro?- los chicos asintieron.- Bien, pueden continuar.- y volvió a su lugar.

El mexicano al terminar de escuchar eso, se fue a la parte final de su examen para mirar la dichosa pregunta.

Mierda, eso no lo había estudiado.

Volteó a ver a su amigo y Max ni bien sintió los ojos castaños sobre él, le regresó la mirada.

-Pasame la respuesta.- los ojos de Checo no lo pudieron decir más claro.

El neerlandés se le quedó viendo un rato, con una mirada que Sergio no supo interpretar, y después simplemente se volteó regresando a su examen.

Checo quedó confundido, pero inmediatamente se tranquilizó y volvió a su hoja.
No tenía de que preocuparse verdad?
Probablemente Max quería terminar su prueba primero y al final se la pasaría.

Así volvió a seguir contestando el resto de preguntas y después de 15 minutos el mexicano ya había terminado.
En ese momento volvió a mirar a su amigo pero este ya no le regresó la mirada.

Pasó el tiempo, un minuto, 2, 3, 4...

Era claro que lo estaba ignorando voluntariamente, Checo lo sabía de sobra, y más porque había estado haciendo cosa para llamar su atención, y el rubio no volteaba: le llamó entre susurros, le aventó papelitos, un trozo de borrador, incluso lo pateó, y no fue hasta que Checo tosio de manera exagerada que esos ojos azules cayeron sobre él.

Lo primero que expresó esa mirada azulada fue una llamada de atención:
-No hagas más escándalo!!
Lo segundo fue un:
-Qué quieres?

-Pasame la última!! - respondió telepáticamente el Moreno.

Y entonces sucedió la traición...

-No.

-Qué? - Sergio se quedó descolocado.
No sé lo creía.

Enserio su amigo se estaba negando a ayudarle?

Se quedó un rato tratando de comprender del todo que estaba pasando, viendo directamente esa mirada felina que tenía el neerlandés, que era como la de un León: decidida, intimidante, imponente, egoísta?...

El rubio terminó el contacto visual y volvió a su examen.
Pasaron unos minutos y Max sencillamente se levantó, entregó su hoja y salió del salón...
Y como un cuchillo clavado en su espalda, Checo sintió la traición de su "mejor amigo".

CHINGA TU MADRE MAX VERSTAPPEN- maldijo en su mente el moreno con la madurez con la que se desahoga un joven de 16 años y continuó haciendo su examen.

× POR UN ERROR × || [Perstappen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora