Prólogo

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12/02/23

Negro.

Es todo lo que puedo ver.

No sé ni que hora es, ni cuándo he llegado aquí. Solo sé dos cosas: la primera es que tengo un dolor de cabeza tremendo, y la segunda es que donde sea que esté no tienen calefacción porque hace un frío abrumador.

-¿HOLA?- grito con todas mis fuerzas.

Intento levantarme y me apoyo en lo primero que encuentro, que me parece que es una de las paredes, así que recorro la superficie con el fin de encontrar o una puerta o al menos un interruptor.

Tras unos segundos consigo palpar un botón, y al pulsarlo se ilumina la habitación.

¿Pero qué es esto?

Los muebles están volcados, hay papeles esparcidos por todos lados y la bombilla que cuelga del techo se balancea peligrosamente.

Doy un paso hacia delante y escucho un crujido. Miro a mis pies y veo una fotografía con su marco correspondiente hecho añicos.

Me agacho y cuidadosamente cojo el papel para observarlo.

En él se ve la cara de una chica sonriente, haciendo un gesto hacia la cámara, acompañada por otra chica que sonríe también. Hay algo extraño, pero no sé descifrar que es. La doblo y la guardo en los bolsillos de mi pantalón.

Sigo deambulando por la habitación hasta que encuentro varios cristales bajo la bombilla en el suelo.

Debían de formar parte de ella.

Lo curioso es que son trozos relativamente grandes. Miro uno de ellos y me veo reflejada.

No.

Con rapidez desdoblo la fotografía recién guardada. La observo sin palabras.

¿Qué está pasando aquí?

Miro la fotografía y después mi rostro. Intentando encontrar alguna diferencia: pero no hay.

La chica de la fotografía y yo somos la misma.

Le doy la vuelta a la fotografía intentando encontrar alguna explicación. Y al hacerlo, encuentro unas palabras escritas en tinta negra.

"Lyra. 11/02/23"

¿Será ese mi nombre?

Decido guardar la foto, e intentar buscar alguna información más.

Paso la mano por los restos de la estantería que está derrumbada en el suelo. Y en ese momento noto algo espeluznante: sangre.

Hay unas manchas rojas que cubren la alfombra. Me acerco a inspeccionarlas y ahí es cuando noto que no están secas.

Deben de ser de hace poco.

Entonces es cuando me planteo: ¿de quién es esa sangre?

Siendo yo la única persona en la habitación inspecciono mi cuerpo para ver si la sangre proviene de mí.

Miro mis brazos y manos y ningún rastro de sangre. Palpo mi cabeza y cara y tampoco.

Y de repente me quedo paralizada al comprobar mi camiseta.

Tiene una gran mancha roja que cubre toda la zona de mi abdomen. Pero al levantarla compruebo que no tengo ninguna herida.

Tiene que haber alguien más.

Sigo andado por la habitación a ver si encuentro algo útil, pero en el estado en el que está es un poco difícil.

Aunque me quedo callada cuando escucho un ruido del exterior de la puerta.

¿De verdad acabo de estar como unos quince minutos aquí, y no se me había ocurrido abrir la puerta?

Noto como alguien intenta manipular el pomo.

-¿Hay alguien ahí?- pregunta una voz desde el otro lado.

Y al abrirse la puerta me encuentro con una mujer vestida de uniforme mirándome con los ojos muy abiertos.

-Tú..- susurra

-Yo...-le respondo.

Silencio.

-Aquí policía nacional, por favor acompáñeme hasta el exterior de la casa- dice de repente la agente.

Yo tranquilamente la acompaño hasta que llegamos a un coche patrulla. Nos montamos y le escucho decirme.

-Tienes mucho que explicarnos, Lyra Violet-

Oscuridad En Los RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora