Una mañana tranquila

784 35 11
                                    

—Papáaaaa!, ¡¿no has visto mis sai's?!,
no las encuentro!— preguntó gritando mientras revolvía todo lo que encontraba en su camino dentro de su cuarto, la cama estaba volteada de lado, más ropa de las que se pueda contar en el suelo, zapatos y carteras esparcidos por toda la habitación junto con armas de filo y algunas automáticas, sin seguro puesto también regadas por todas partes

—¿Que es todo esto?— Un hombre alto con el pelo suelto de color blanco en un corte desigual, se acerco al umbral de la puerta, tenía mechones más largos que alcanzaban sus hombros y estaban diseñados con tres mechones más cortos y notables que se arqueaban para caer como un flequillo entre los ojos y a ambos lados de la cara tenía unos hombros anchos y grandes músculos, posó uno de sus brazos sobre el marco y observó el desastre que estaba produciéndose en medio de la casa.
Tenia unos ojos bastante delgados de color fucsia y vestía un kimono blanco con detalles en patrones rojos en las mangas y bordes de la prenda

—Hoy tengo entrenamiento con el abuelo en la casa de los zen'in, me destripará, asará y torturara viva si llego tarde y sin mis armas porque según el, siempre lo dejó en una mala posición y hoy es mi oportunidad de resarcir mi error— Terminó hacie...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Hoy tengo entrenamiento con el abuelo en la casa de los zen'in, me destripará, asará y torturara viva si llego tarde y sin mis armas porque según el, siempre lo dejó en una mala posición y hoy es mi oportunidad de resarcir mi error— Terminó haciendo gestos exagerados con una reverencia con cara estirada porque era así como veía a su propio abuelo.

Padre e hija comenzaron a reír a carcajadas fuertemente porque ningúno se creía lo que acababa de decir.

—¿Lo harás pasar vergüenza, ¿no es cierto?— Preguntó el padre aún con una sonrisa en el rostro.

—Si, demasiada, creo que hoy me esforzaré al máximo— Asintió afirmando con los ojos cerrados con una amplia sonrisa

—Eso se gana por querer comprometerme con el idiota de Naoya— se quejó exasperada quitando su flequillo de su cara

—¿No eran amigos tú y el pelos de tu plátano desde pequeños?— alzo una ceja

—Es la cosa más homosexual que conocí en toda mi vida padre, sin ofender— se aclaró la garganta y su padre la miró mal

—Además si seguimos esa lógica también conozco a Megumi e inumaki desde que son niños y no me casaré con ellos— lo miró seriamente con cara de pocos amigos con sus ojos violetas que parecían dos zafiros purpuras encenderse, Siguió buscando entre sus cosas sus dagas Sai's, estas eran armas de origen en Okinawa en un principio fueron herramientas agrícolas que gracias a los tiempos de guerra se convirtieron en un arma para la batalla, consiste en una daga sin filo pero con una aguda punta en medio de esta su manejo requiere habilidad y entrenamiento constante y su práctica desarrolla flexibilidad en ambas manos, muñecas y antebrazos.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Jujutsu kaisen// El último dragón del Clan TufaryenWhere stories live. Discover now