Ichigo x Yoruichi "Black Diamond"

Capítulo 1: Diamante negro

De nuevo te veo parado ahí, mirándome

El sol poniente hizo que muchos grandes colores vibrantes holgazanearan en el cielo, cada uno empañando al otro. Ichigo suspiró mientras se sentaba en lo alto de uno de los muchos acantilados de la Sociedad de Almas, con su atención puesta en la animada sociedad de abajo. Habían pasado tantas cosas en los últimos meses. Mucho se había perdido y recibido. Aunque su experiencia fue tanto aterradora como mortal, Ichigo se encontró dividido entre quedarse en la Sociedad de Almas o irse para siempre y no volver jamás. No le sentó bien, pero no tenía otra opción. Este fue el último día que pasaría allí. El comienzo del día había comenzado con una gran fiesta de despedida, y luego se derramaron lágrimas, seguidas de abrazos y bendiciones. Y durante todo el día, Ichigo solo quería pasar su tiempo con una mujer. Ella no había estado en las festividades anteriores, y así se fue y se recluyó en uno de los altos acantilados que dominaban la ciudad, donde ahora estaba sentado. Sus cejas se fruncieron cuando la belleza de ojos dorados y piel oscura volvió a sus pensamientos una vez más. ¿Había dejado de pensar en ella? No. Ella era como una hermosa plaga. Ella siempre estaba con él, entrenándolo, enseñándole cosas. Y, sinceramente, disfrutaba el tiempo que pasaban juntos. Siempre había disfrutado de su compañía, sobre todo lo demás. Soplaba una ligera brisa que susurraba la hierba y los árboles. Ichigo escuchó una suave respiración detrás de él. Se giró para ver a su amada Yoruichi apoyada contra uno de los altos robles, su atención completamente en él.

Tu mirada, esos ojos seducen abiertamente

Él le sonrió, sus ojos parecían atravesarlo directamente cuando sus orbes marrones se encontraron con los dorados de ella. Sintió que su corazón saltaba ligeramente cuando su mirada nunca vaciló. Sintiendo y reprimiendo un sonrojo, asintió hacia ella, indicándole que se acercara y se sentara a su lado. Su forma elegante se abrió paso lentamente hacia él, sus caderas se balanceaban ligeramente. Ichigo siempre tomaba nota de lo bien que mantenía su elegancia, a pesar de su ligera perversión hacia él. Pero, por supuesto, no podía quejarse cuando una mujer tan hermosa le mostraba. Ciertamente no era un dolor de ojos. Ella le sonrió mientras se sentaba, su largo cabello púrpura flotando a su alrededor, su flequillo ligeramente largo ocultando los lados de su rostro y parte de sus ojos. Ichigo tuvo que tragar saliva cuando su pulso comenzó a latir más rápido, sabía que no podía mantener el silencio. Lo estaba matando.

"Te vas pronto, ¿no?" Su voz era baja, suave y vulnerable. Su atención se volvió hacia el sol poniente, su cabello cayendo más para que él no pudiera ver sus ojos.

"Sí, en un rato".

invitandome a acercarme a ti

Yoruichi inconscientemente se acercó a él, sus muslos se tocaban. Ichigo notó esto y giró su cabeza hacia ella. Estaba inclinada hacia él, casi pidiéndole que la rodeara con el brazo. Pero ella no dijo nada. Su estado de ánimo cubierto por el silencio. Sopló otra brisa, haciendo que su flequillo se balanceara hacia un lado. Ichigo sintió que algo dentro de él se rompía al ver las lágrimas brillantes en sus hermosas y suaves mejillas de piel oscura.

"¿Para bien?" Preguntó de nuevo, levantando su mano delgada para secarse las lágrimas no deseadas. Todavía no se volvió para mirarlo, pero su cuerpo pareció inclinarse más hacia él. Con una pequeña y triste sonrisa, Ichigo levantó su brazo y lo envolvió alrededor de sus hombros, acercándola a su pecho. Ella no se resistió, más lágrimas cayeron de sus ojos. Tantas emociones por él y, sin embargo, no mostraba ninguna por ella.

"Posiblemente." Fue su respuesta, su atención volvió a la puesta de sol. Durante varios minutos, permanecieron en un tranquilo silencio, con la cabeza de ella presionada contra su cuello. Ella inhaló, exhalando temblorosamente. Ichigo cerró los ojos, respirando su olor, haciendo todo lo posible por memorizarlo.