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El viento soplaba manso por las calles de cada uno de los distritos de Kivotos. La guerra que se dio por el Tratado de Eden fue un momento duro, algo difícil para muchas estudiantes, así como para su profesor. Sin embargo, todo ya había pasado. La calma reinaba. Se podía respirar paz. Detrás de los ventanales, Sentado en la oficina de S.C.H.A.L.E., el sensei observaba el extenso y despejado cielo azul. La mente del educador estaba haya arriba donde se supone que las nubes debían estar. Ya había pasado año y medio desde que despertó en la oficina de la presidenta del consejo general de estudiantes. Poco o nada de tiempo había tenido para pensar en ¿por qué estaba ahí? ¿Qué había sido de esa chica de la cual apenas podía recordar su sonrisa? De hecho, apenas podía recordar algo antes de eso. Cada una de las estudiantes que había conocido lo habían mantenían ocupado dentro y fuera del trabajo más de lo que las horas extras podían cubrir. Cuando ellas le daban un tiempo para respirar, como águilas asechando a su presa, Yuuka y Rin estaban encima de él para que cumpliera con sus labores. Un sonido fuerte lo sacó del trance. Sobre el escritorio habían dejado caer un pesado manojo de documentos que con facilidad tapaba el monitor de la computadora. El consejero empalideció al ver la enorme cantidad de trabajo.

—Sensei, ¿Qué es lo que está haciendo cuando hay tantos reportes que llenar por los incidentes del ataque del escuadrón Arius y las revueltas en Gehenna y Trinity? —Yuuka le daba una mirada dura con sus manos en la cadera.

El sensei dejó ir un suspiro de cansancio diciendo que le gustaría tener 5 minutos.

—¡Podría descansar todo lo que quisiera si durmiera en vez de jugar videojuegos y ver anime! —La vena en la frente de Yuuka estaba por reventar.

—Azusa y Momoi jamás me lo perdonarían.

Los ojos de Yuuka estaban en llamas.

—Yuuka-chan, no seas así con el sensei. —Noa entró a la oficina y caminó al lado del sensei— Él se preocupa por todas nosotras y se esfuerza porque estemos bien, además aún está convaleciente del disparo que le dieron y aun así está aquí.

—Y-ya lo sé... —Dijo Yuuka avergonzada por su actitud— Sin mencionar que no te vez linda cuando te enojas mucho. —El sensei asentía con la cabeza enérgicamente mientras Noa le acariciaba el cabello.

—¡N-noa!

—Bueno, hay que trabajar y justo a tiempo llegan los refuerzos.

Por la puerta entraban las chicas del Make-up Work Club junto a Hina, Ayumu, Ako y Momoka siendo arrastrada por Rin. De pronto la oficina estaba llena de vida. Hina tenía maquinas por manos para completa formularios, Ako, con la ayuda de Hanako, organizó los documentos, guío y ayudó a Hifumi, Asuza & Koharu con su parte del trabajo. Ako estaba fascinada con la pequeña y tímida chica peli rosa quien entre las insinuaciones de Hanako y la actitud cariñosa de Ako apenas podía concentrarse y escribir. Era divertido para el sensei ver como Ako volteaba hacia Hina y de la nada le decía que, para ella, siempre seria la número uno. Hina le mandaba a callar de inmediato. Ayumu, aun con todo el escándalo y distracciones, se esforzaba por mantener el paso que Yuuka, Noa y el sensei llevaban, muy por el contrario de Momoka quien regularmente interrumpía a Rin para preguntarle algo.

Era un cuarto pasado la una de la tarde. La mitad del trabajo ya estaba hecho. Para recompensar a las chicas y su esfuerzo, las invitó a lo que quisieran comer en el comedor de la residencia. Una vez la hora del almuerzo terminó, volvieron al trabajo. Con el estómago llenó y la mente dispersa, el ritmo del trabajo bajó. Una hora después Rin, Ayumu y Momoka tuvieron que dejar la oficina pues había una reunión a la que debían asistir con Nagisa y Makoto. Poco después, Hina se levantó y dijo a Ako que debían marcharse. Hina se despidió del sensei diciendo que tenían que ir a asegurarse de que Makoto no provocara otro incidente a gran escala y que podía contar con ella para lo que fuera. El sensei le pidió que no se sobre esforzara, pues ella también había salido muy lastimada cuando Arius atacó. Todas miraban como el sensei le daba unas amables palmaditas en la cabeza a la presidenta del Prefect Team de Gehenna. La chica de cabello cano, sonrojada, pedía que no la mimara de esa manera frente a la demás. Sin dudar y con una gran sonrisa, la respuesta del sensei fue:

Blue Archive - M.O.T.H.E.R. (Versión en Español) (Volumen 1)Where stories live. Discover now