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22: Un mal presentimiento.





Jimin ya no me hablaba.

Habían sido semanas completamente agotadoras de preparación para los exámenes para el fin de año. Por ello, tampoco tuve el tiempo suficiente para pensar en él y tratar de buscar una solución. Pero ahora que tenía este momento me sentía levemente molesto, ¿Por qué era yo quien debía disculparme?

Y aunque necesitaba de mi amigo, mi postura seguía firme, Jimin debía dejar de adorar a mis padres como todos los demás. Ellos no son perfectos, mi madre a veces maldice cuando no le sale una receta, mi padre siempre llega tarde y sólo habla de negocios y números, sin ver personas en ellos. Su empatía es crítica, mi madre estaba llena de prejuicios y tenía una labia para hacer creer que todos son pecadores e irán al infierno si no siguen las "doctrinas" del señor.

Pero volviendo al punto. Yo no quiero que vean los defectos de mis padres solamente, tampoco quiero enmascararlos, yo sólo quiero que lo que veas, sea una familia normal. Común y corriente que es creyente y que tiene sus pequeños imperfectos, pero es lo que somos. Es lo que siento.

Y ya me cansaba caminar y que todos me saludaran como si estuviera en un podio. Ya no quería que mis profesores siempre me tomen como ejemplo causando que mis compañeros solo sintieran inseguridad y rencor. Odiaba a mis vecinos cuando se metían en mi vida o me decían lo genial que sería ser su yerno. Odiaba que incluso yo me había atrapado, vivido y aceptado eso.

Y aunque desearía decir: "ya no más."

Aún no tenía ese valor, porque también me di cuenta que sin el pilar de mi familia, yo soy un don nadie. Me hicieron creer desde pequeño que sin mi familia yo desaparecería y sólo me esperaría un mundo sombrío y cruel, ahora darme cuenta de ello yo pagaba las consecuencias de aquel apego que era consciente y aún así sin poder recurrir a nadie para pedir ayuda porque para todos, yo era el equivocado y la única persona que podía tenderme su mano. estaba del otro lado.

Todo lo que yo deseaba era mi libertad y en el momento que cierro mis ojos, sólo me veo en un mundo vacío, oscuro, solitario y doloroso. Y cuando abro mis ojos, me veo en un hogar, sentado junto a mi madre que habla sobre algo de la iglesia, a mi padre que finge prestar atención mientras lee el periódico o ve canales de deportes. Y yo estaba sentado, mirando un cuadro perfectamente colgado en la pared o en tutorías puestas por mi madre.

Y en la escuela no cambiaba mucho el escenario ¿Qué podía hacer? Si en la escuela tenía más ojos puestos en mí.

ㅡPareces no estar con tu amigo últimamente. ㅡ miro a mi lado. Suly, una compañera había entrado buscando algo en su mochila.

Debí estar muy centrado que no noté su llegada. Ella parece notarlo y sonríe pasando su mano por su cabello, acomodándolo tras su oreja.

ㅡOh...jum.ㅡ no pude responder correctamente. Pues era una de las pocas veces que alguien se dignaba a hablarme.

ㅡTe ves muy diferente. ㅡ finalmente ella saca lo que buscaba agitándolo en el aire como una victoria. Era su monedero con flores.

Me da un poco de gracia sus palabras y tenerlas repitiendo en mi cabeza. Me acomodo apoyando mi espalda en el respaldo de la silla. Estábamos en un receso, Jimin había salido casi de los primeros, notando como ya había comenzado a hablar con un chico nuevo estos días alejándose de mí.

ㅡDiferente me siento también. ㅡ le respondo y ella guarda su monedero en su bolsillo. Siento sus pasos y luego el chirrido de la silla de al frente correrse cuando se sienta de costado.

ㅡPor lo general, es difícil acercarnos a ti. ㅡ ella comienza algo incómoda. ㅡ No lo tomes a mal, pero te sentimos que estas en otra categoría, incluso me sorprende que estudies en esta escuela publica y no una privada.

⏤͟͟͞͞  JUDAS ✔حيث تعيش القصص. اكتشف الآن