𝘰𝘣𝘴𝘦𝘲𝘶𝘪𝘰𝘴 [𝙎𝙥𝙞𝙙𝙚𝙧𝘽𝙚𝙖𝙧]

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Cada vez que lo escucho hablar, lo veo sonreír o reír, siento muchos aleteos en mi estómago, mientras mi corazón se acelera y siento que me  empieza a arder la cara.

Él es tan perfecto, adoro observar la expresión de su rostro al ver los obsequios que le doy.

Tan solo por verlo sonreír le regalaría mi vida entera.

Desearía poder reunir el valor para mostrar mi amor hacia él directamente, pero por ahora solo serán pequeños obsequios.

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«Narrador omnipresente»

El chico de cabellos azabaches se encontraba dentro de su casa grupal, en la sala conversando con los demás integrantes del grupo mientras miraba de vez en cuando al invitado que se encontraba en la misma habitación charlando con el híbrido de pato.

Le ponía algo nervioso tener la presencia de Roier aquí, había llegado hace poco, consiguió muchas cosas valiosas debido a que se había ido a un Drop.

Quería acercarse a el castaño que lo hacía sonreír bobamente mientras lo escuchaba hablar, quería darle algo de lo que había conseguido.

— Ey Spreen, ¿dónde estabas boludo? — Habló el castaño con bandana azul mientras imitaba el acento argentino, lo miraba con su característica sonrisa.

— Ah, fui a por el Drop capo — Lo miró a los ojos más serio, por dentro se sentía nervioso y emocionado a la vez.

— Ohh, ¿habían cosas muy buenas? Quería ir con Mariana pero surgió otra cosa — Soltó una pequeña risa apenada mientras lo seguía mirando.

En ese momento Spreen vió como una oportunidad lo que había confesado el castaño. Se sacó su mochila y empezó a buscar algo dentro de esta.

Roier solo se le quedó mirando con curiosidad, los demás seguían charlando sin tomarle mucha importancia a su conversación.

Luego de unos minutos el híbrido de oso sacó una pechera de diamante con protección IV e irrompibilidad III, acompañada con una espada de diamante  con aspecto igneo, filo e irrompibilidad, para luego dársela a Roier con algo de timidez.

El castaño lo miró demasiado sorprendido al ver los encantamientos, pero luego una gran sonrisa apareció en su rostro.

— ¿En serio me los das spreen? Siento que no debería aceptarlo — Pregunto con la misma expresión de antes.

El nombrado no puedo evitar sonreír al verlo de esa forma, le parecía sumamente adorable y hermosa la forma en la que sus ojitos se achicaban al sonreír, al igual que su voz obtenía un tono distinto por la emoción.

— Sí, tengo más cosas buenas dentro, no te preocupés —

Los otros dos presentes se dieron cuenta de la manera en la que los dos se miraban, así que los dos decidieron salir del lugar para darles su "espacio", y poder escuchar el chisme desde otro lado.

— Es muy lindo de tu parte mi vida, muchas gracias —

Roier abrazó al híbrido sin pensarlo, este solo le dió algunas palmaditas en la espalda sin intención de apartarlo, se sentía muy lindo para él tenerlo así.