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37: Cruel vida nos da los adultos.


Caminando por los pasillos, una mano agarra mi muñeca y soy arrastrado al baño que estaba a mi costado, entrando al cubículo donde Jungkook nos encierra. Con un poco de miedo, lo alejo cuando intentaba abrazarme, me arrepiento rápidamente cuando veo como me mira con un poco de preocupación y culpabilidad mientras se apoya en la pared contraria y busca mi mirada la cual evado mirando hacia la baldosas bajos mis pies.

ㅡPerdón, ¿fui muy brusco? ㅡ pregunta y niego con mi cabeza. ㅡ¿Puedes mirarme?

Lo hago. Levanto mi mirada y siento su mano acariciar mi mejilla y me deleito de esa acción tierna, buscando más de su calor en aquella mano, cierro mis ojos esta vez siendo yo que me acerco a él abrazándolo finalmente.

ㅡPerdón. ㅡ susurro apoyando mi mentón en su hombro.

ㅡEsta bien, no debes disculparte.

No respondo, me sigo abrazando a él algo cansado mentalmente. No he dormido lo suficiente tras los múltiples pensamientos que se arriman en mi cabeza. Mi forma de ser ya no es la misma y sé que Jungkook ha notado ese cambio.

Creo que ya no estoy cayendo en la profundidad, creo que ya soy parte de ella. Alejándose, siento su mano subir a mi frente donde la deja reposando, le sonrió sin abrir aún mis ojos.

ㅡNo estoy enfermo.

ㅡ¿Seguro?, me refiero has estado muy distraído estos días. ¿Hay algo en tu cabeza que te molesta? ㅡ pregunta y niego varias veces mientras me froto en él buscando más de su calor.

Lo que menos quería era llenar a Jungkook de mis problemas. Sobre todo ahora que nuevamente ha estado rodeado de rumores nuevos y a sus andanzas de delincuente. Hace dos días atrás se metió en una pelea con otros tipos, no me dijo cuál era la causa, pero terminaron huyendo de la policía por disturbios públicos y no ha querido hablar de ello.

Además, lamentablemente aún sentía vivo el recuerdo y el miedo sobre aquella noche, la furia de los ojos de mi padre junto a su amenaza de llevarme a un internado y la mirada de horror de mi madre era suficiente para tenerme estos días tan angustiado y perdido sin querer detonar nuevamente aquella situación.

Jungkook lo entiende tan rápido y me abraza con más fuerza. Besando mi coronilla varias veces.

ㅡHueles tan bien Manzanitaㅡ sonrío y olfateo de igual modo su cuello, pero me alejo rápidamente dándole una mirada de desaprobación.

ㅡFumaste.ㅡ me sonríe mostrándome sus dientes.

ㅡLo siento.

ㅡSi lo sientes ya no lo hagas.ㅡ le reprocho sentándome en la tapa del inodoro angustiado.

Caminando por el reducido espacio lo veo ponerse frente a mí, levantando mi rostro con su mano, la posición era algo comprometedora, mis mejillas no pierden en volver a ganar esa tonalidad rosada y los labios de Jungkook se ensanchan en una gran sonrisa al tener la misma idea. Casi como si leyera mis pensamientos o fui demasiado fácil de leer.

ㅡ¿Qué debo hacer para que no te molestes? ¿Besarte? ¿Comerte manzanita? ㅡ pregunta y alejo su mano de mi mejilla avergonzado.

ㅡNo. Estamos en la escuela.

ㅡOh vamos...¿Un beso? ㅡ sigo negando con mi cabeza, pero eso no le impide de tomar mi rostro con sus manos y besarme de igual modo.

No lo alejo. Necesitaba de sus besos. Por inercia, abro mis piernas para que se colocara en medio de ellas, recibiendo aquellos labios con un leve sabor dulce convirtiéndose luego en un beso mucho más profundo. Demandante y con cierta picardía cuando succiona mi labio inferior y se aleja escuchando el chasquido de estos. Sus labios color sandia me sonríen, parece divertido al no verme con mi ceño fruncido.

⏤͟͟͞͞  JUDAS ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora