CAPÍTULO 1

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04 de Octubre del 2021 – Otoño

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04 de Octubre del 2021 – Otoño

—¡No! No, no, no. ¡Espere! —grité, mientras el autobús avanzaba sin que el conductor pudiera escucharme.

Me senté en la parada de autobuses y solté un suspiro. Estaba indignada conmigo misma por perder el autobús.
Ahora tenía que esperar quince minutos a que llegara el próximo. Pero déjenme contarles un poco del porque llegamos a este… un tanto desastroso momento.

Anteriormente vivía en Vancouver, pero por el trabajo de papá decidimos mudarnos a Milton, una ciudad en el sur de Ontario. Mis padres me dieron dos opciones, quedarme en casa y seguir estudiando publicidad o ir con mis padres a vivir en casa de los abuelos con el tío soltero de treinta y seis años. Me decidí por la segunda opción.

La verdad es que este cambio lo tomé como una oportunidad para descubrirme a mí misma. La carrera de publicidad solo la tomé porque necesitaba escoger algo pronto y eso fue lo primero que encontré. Todos en mi familia saben que me cuesta demasiado trabajo tomar decisiones importantes, así que cuando necesito tomar una, simplemente me dan a elegir entre dos cosas y me adapto. Tristemente, estudiar una carrera que no tiene mucho que ver contigo no es algo a lo que fácilmente puedas adaptarte, aun así, decidí aun no rendirme y solo darme de baja temporal. Al final sólo había cursado un año, en todo caso, podía regresar y continuar estudiando si al final eso era lo que quería. En el proceso, mi gentil tío me consiguió un trabajo en una empresa publicitaria de una amiga suya.
Era una buena oportunidad, o eso pensé, pero ahora iría quince minutos tarde.

Estaba esperando, cuando al lado mío se sentó un chico, tal vez de mi edad. Vestía un abrigo verde, que parecía ser bastante caliente, un suéter blanco con cuello de tortuga, unos vaqueros negros y unos tenis blancos. También llevaba una mochila consigo.

Sacó un libro y empezó a leer. Tenía curiosidad de saber qué estaba leyendo, pero estaba claro que para nadie es demasiado agradable que le examinen con tal descaro, y a él yo no le quitaba la mirada de encima.
Cerró el libro de golpe e hizo que pegara un brinco y casi gritara. Me puse la mano en el corazón.

—¿Se te perdió algo? —espetó y volteó en mi dirección.

—Ah... Lo-lo siento. Creo que tengo una mala costumbre —mascullé.

Él puso los ojos en blanco, miró al frente y dio un suspiro de aburrimiento. ¿O desagrado? ¿O frustración?

—¡Ah! Perdiste la página que estabas leyendo —dije sin poder dejar de mirarlo—. A veces a mí me pasa y es horrible porque en muchas ocasiones no encuentro adonde me quedé y donde creo que es pienso: “esto no lo he leído”, pero luego me doy cuenta de que en realidad sí, pero es que en ese momento no lo recuerdo y cuando recuerdo digo: “pero si esto ya lo leí” entonces sigo y luego paso más paginas y llego a un momento que creo que ya leí, pero en realidad no es así y me termino dando tremendo spoi…

El Chico De La Parada De Autobuses (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now