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Cuando Park Jihyo se despertó aquella mañana, jamas se esperó que fuera porque le llegó un superhéroe de plástico en la cabeza

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Cuando Park Jihyo se despertó aquella mañana, jamas se esperó que fuera porque le llegó un superhéroe de plástico en la cabeza

Se sobresalto con un quejido, sentándose en la cama y dejando expuesto su alborotado cabello a quien se haya entrado a su desordenada habitación.

-¡Unnie! ¡Es tarde!- escuchó el chillido de su pesadilla andante, a.k.a, su hermanita menor de solo 4 añitos, Yunjin.

Balbuceo algo que ni ella misma entendió, y se dejo caer nuevamente en la cama para seguir conciliando el sueño entre las penumbras. Pero esta vez sintió su colchón hundirse y el pequeñito cuerpo de Yunjin colocarse en su abdomen que, aunque fuese pequeña, pasaba bastante, por lo que dejó salir un quejido antes de sentir las babosas y sucias manos y dedos de la bestia apretar y empujar su rostro.

-Unnie, unnie, unnie- canturreó Yunjin, aplastando las mejillas de Jihyo sin delicadeza.

-¿Que pasa, Yunjin?- Pregunto con voz adormilada, aun sin abrir los ojos y soltando otro quejido al sentir a Yunjin moverse por su abdomen nuevamente, pisándole una de las manos.

-¡Tarde!- exclamo la niña, y Jihyo, abriendo uno de los ojos, le vió una expresión molesta y los cortitos bracitos gorditos entrecruzados en su pecho.

-¿Tarde para que, bestia?- se pasó una mano por el cabello largo, logrando que una mechita se le metiera al ojo. -¡Mierda!- gimió, pasándose las manos por la cara mientras escuchaba a Yunjin reir.

-Jardín.

Jihyo se tensó.

Se había olvidado de que su madre no iba a estar esa mañana, y debía dejar a Yunjin en el jardín de infantes.

Estirando las manos - y golpeándose el meñique en el proceso con su velador- alcanzó su teléfono y vío la hora.

6:37 a.m

-¡Yunjin vamos tarde!- Gritó, asustando a su hermana mientas la tomaba de la cintura y se levantaba deprisa con la niña entre su cadera y su brazo, con las piernas y brazos colgando para ir corriendo a la cocina.

Tal vez, al parecer, no se fijó, hizo que Yunjin se golpeara la cabeza con la baranda de la escalera entre el apuro de irle a preparar el desayuno, pero no le importó demasiado.

Dejó caer a Yunjin con cuidado en la puerta de la cocina, llevándose varios gritos de la niña mientras revoloteaba para saber que carajos darle de desayuno, ¿que se suponía que comía un parásito de 4 años? Ni ella sabía, no tomaba desayuno por despertarse demasiado tarde al tener sus clases en la tarde.

Abrió el refrigerador, viendo un paquete de aceitunas y tomandólo rápidamente mientras buscaba dos rebanadas de pan fresco, y colando alrededor de 10 aceitunas en una rebanada, las aplastó con la otra en un plato, y se lo entregó a Yunjin, quien seguía tirada en el suelo.

𝗞𝗶𝗻𝗱𝗲𝗿𝗴𝗮𝗿𝘁𝗲𝗻 𝗚𝗶𝗿𝗹 𖦹 SAHYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora