Envuelta en su mundo Jessica Harrison hace historias grandiosas, libros que aún el mundo no a conocido pero que al mudarse a Nueva York la oportunidad llega en un empleo justamente en la Editorial Flama y hacerse famosa.
Lo que ella oculta es su de...
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Nueva York Editorial Flama....
Se escucha el sonido de su nariz al momento de inhalar cocaina, aquella succión para alterar su estado emocional y olvidarse de todos sus problemas, Jessica Harrison inhala una linea del polvo blanco sentada en su escritorio desnuda, con sus gafas oscuras puestas y su chaqueta negra que cubría la parte de sus senos, Al terminar de inhalar se recarga en su silla giratoria y da un leve suspiro, ella baja la mirada y observa como un hombre debajo de su escritorio lamia su intimidad y ella se recarga en la espaldera de su silla giratoria relajada por el placer.
—¡Dios!, que bien se siente, mmmm.
Dos personas entran a su oficina: Julian Gardner mano derecha de Jessica y Keila Abbey quien es la ex de Jessica, ¿Su ex en el acto? Ya sabrán porque, ustedes sigan leyendo, tranquilos yo nervioso.
—Oye Jessica hay un chico llamado Jerry que quie... —observa a Jessica y se impacta al verla desnuda —¡Dios mio!, Jessica.
—Entra, no te quedes ahi parado como idiota —Dice Jessica con dificultad por el efecto del alcohol y las drogas, Keila solo la observa con seriedad y celos.
—Del chico que viene a pedir su edición leí un poco a noche y la verdad es que si intriga, nos conviene —Extiende su mano para entregarle el papel.
—Haber —Jessica chasquea los dedos y señala la puerta
Julian y Keila se miran impactados por lo que acaba de pasar mientras, el hombre obedece y sale de la oficina desnudo con su ropa en manos. Al poco rato Jessica daba saltos para dar embestidas bruscas por el enorme miembro que cargaba otro hombre con el que tenía sexo en su casa.
—Aaahhh me vengo, Aaahhh —grita Jessica de placer.
Al parecer el hombre disfrutaba de la sensualidad y la perversidad de Jessica cuando de pronto ella se hace a un lado, alza sus piernas y libera chorros de sus fluidos a dirección de ella para empaparse de sus propios liquidos gritando de placer y excitación. Al poco rato en su mansión ella entra por la noche sudada mientras se detiene de la pared, pasa chocando con una mesa que tenia papeles de trabajo y sus libros.
—Ay... maldita puta —Saca su botella pequeña de licor puro que tenia en la bolsa exterior de su chaqueta y se la toma.
Jessica hace a un lado la mesa mientras la avienta y todos los papeles y libros las pasa pisando hasta que le grita a sus amigos.
—Oigan, tengo hambre donde esta el puto chef —Grita Jessica furiosa.
Al entrar a la cocina mientras se para con dificultad por los mareos avienta su cerveza y entra a la cocina para abrir el refrigerador, todos los empaques y trastes de comidas caen al suelo por la desesperación de la chica quien al destapar dos latas de cerveza bebe de las dos al mismo tiempo, parte del líquido cae en su cuerpo mientras cae de rodillas toma alcohol como loca de dos en dos.
—Aquí nadie sirve para nada, donde hay un puto chef cuando lo necesitas para eso les pago —Dice completamente tomada y drogada.
Jessica camina con dificultad mientras se va de un lado a otro por los mareos y dirigirse al baño, Isabella su hermana sale rápidamente preocupada de su cuarto.
—Jessica donde estabas, ¿Otra vez vienes mal? —dice Isabella preocupada.
—Pues si pendeja o ¿Qué estas ciega? —Empuja a su hermana y se dirige al baño.
Al momento de entrar al baño cae al suelo y camina de rodillas para cerrar la puerta, ella siente el frío de la cerveza en su entrepierna ya que estaba empapada de alcohol al momento de tomar en exceso, se trata de levantar y se sostiene del lavamanos mirándose a sí misma en el espejo.
—Cómo me encantas Jessica, voy a hacerte mía ahorita mismo, porque putas madres no —Dice Jessica metiendo su mano dentro de su pantalón para tocar su intimidad y masturbarse.
Jessica se la paso masturbándose y metiéndose objetos toda la noche en el baño hasta quedar dormida en un rincón del baño.
Excesos de alcohol, una perversidad y morbosidad pasada de los limites, drogadiccion al mil y eso no es todo o mejor dicho hay cosas peores a lo que te conté ahora, pero para no darte más adelantos vamos a retroceder ocho meses antes y descubrir porque actúa y se volvió de esta manera.
