HACE UN AÑO

30 3 0
                                    

¿En serio fue hace un año?

Me pregunto, aunque conozca la respuesta a lo que estoy pensando...

No puedo creer que haya sido hace un año cuando recibí esos abrazos de mis familiares felicitándome por haberme graduado, y que toda mi familia había ido a mi graduación excepto mi madre. No la culpo, estaba enferma y con las defensas bajas, así que no pudo asistir. Sin embargo, sabía que desde el hospital donde se encontraba, estaba orgullosa.

Digo "estaba" porque ya no está. Desde que me gradué, lo único que hago es extrañarla.

También hace un año, yo estaba con mi mamá y papá en nuestra casa. Todos gozábamos de buena salud y estábamos juntos como familia. Aunque solo éramos tres personas viviendo en una casa un poco espaciosa, se sentía llena debido a la felicidad que embargaba, el estar con mi familia. Me sentía completamente segura y en paz.

Pero ahora todo ha terminado. Nos sentimos solos. Digo "nos" porque entiendo cómo se siente mi padre después de la noticia que nos dieron en el hospital. Conozco la soledad, la experimento porque la siento. Sé que mi papá, que fue el esposo de mi madre, el amor de su vida, aquel que hizo todo para conquistarla porque sabía que era perfecta para él, ahora no sabe qué hacer.

Veía a mi padre feliz, porque no estaba solo, porque tenía compañía, porque tenía a dos mujeres en su casa que le llenaban de orgullo.

Siempre supe que era la mejor madre, no porque tuviéramos los mismos gustos, sino porque, siendo su hija, no la cambiaría por nadie. Ella es única y, aunque no conozca cómo son las demás madres, sé que ella no tiene comparación.

Podía sonreír con facilidad sin que nadie me la quitara. Ahora ya no puedo, o eso creo. Sé que a la gente no le gustaría estar con alguien amargado o que no demuestre algo bueno. Por eso, creo que cuando finalmente pueda salir de mi habitación, no sé cuándo me darán las ganas de levantarme de mi cama y mirarme al espejo, decirme a mí misma que puedo superar esto que estoy pasando. Aunque sé que algún día lo haré, tendré que fingir una sonrisa humilde y mentirosa, sabiendo que por dentro sigo destrozada.

Hace un año, no sentía esta preocupación por descubrir qué quiero estudiar. Sé que todo joven como yo necesita un trabajo o una profesión para ganarse la vida. Pero ahora comprendo que debí haber pensado en eso hace muchos años, y no lo hice porque estuve ocupada con cosas que antes creía eran más importantes que esta decisión que ahora estoy considerando, junto con todo lo demás.

No sé cómo las personas mayores pudieron elegir una carrera sin preocuparse tanto, o eso creo, porque no me he tomado el tiempo para preguntarle a aquellos que ya tienen trabajo cómo lo lograron. Aunque no sería mala idea hacerlo, en este momento no es mi prioridad.

Solo quiero mejorar y dejar de sentir esto.

Sabiendo que todo lo que siento ahora es por causa de lo que me pasó hace un año...

Yo, y mis preocupaciones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora