Prologo

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  La adrenalina en un duelo, sea cual sea, es una sensación indescriptible. Sientes como tu sangre se calienta en el momento clave, sientes tu corazón latir tan fuerte que puedes sentir el palpitar en tus oídos, sientes que tus piernas podrían fallar en cualquier momento.

  Todo tipo de duelo; sea un enfrentamiento amistoso, un enfrentamiento deportivo o simplemente una pelea a puño limpio con algún borracho en algún bar. Cualquier tipo de duelo te hace experimentar la adrenalina recorrer tu cuerpo.

  Pero justo en este instante, él no está sintiendo la adrenalina de estar en un duelo; Él está sintiendo la adrenalina de correr para evitar uno.


— .... ¡Maldición!... ¡¿Tanto me quieren?! — Pregunto el joven a sus perseguidores mientras corría hábilmente por un callejón de la ciudad; que al tropezar con unas rocas miró hacia atrás, confirmando dos cosas: Sus perseguidores estaban cada vez más cerca, y destreza física se encontraba algo descuidada.


  "Si las personas no dejaran tanta basura en los callejones, es seguro que podría correr más rápido." — Pensó el cómo excusa para justificar su mala condición física; Él nunca había sido ambientalista...

  El joven mantenía una velocidad aceptable, siendo ya visible la salida del callejón. Pero como tenia a los perseguidores pisándole los talones tenía que pensar en algo rápido, o terminaría atrapado por ellos.

  Observo su ambiente lo más rápido que pudo, intentado concebir alguna idea, y esto funciono. Unas cajas que, si contenían lo que él pensaba, le ofrecerían una posibilidad de escapar.

  Al pasar por un lado de las cajas, con su mano les dio un golpe para hacerlas caer y siguió corriendo; Como él pensó, estaban llenas de recipiente con aceite viejos de autos, basura del taller de la esquina siguiente.

  El aprovecho la incertidumbre para dar un leve vistazo detrás de él, y una leve sonrisa se esbozó en su rostro al ver la expresión frustrada de los perseguidores, que segundos después se convirtió en una sonrisa algo burlona.

  El mientras mantenía contacto visual con sus perseguidores, no pudo evitar vociferar una burla dejando en claro su victoria. Pero olvido una cosa...


— ¡HASTA NUNCA IDIO-

...Olvido mirar adelante mientras corría.

— ...Ouh... Eso dolió... Demasiado...


  Dijo el joven mientras sobaba su rostro, después de que una pared le recordara su imprudencia al correr de esa manera tan estúpida. Mientras el todavía procesaba el impacto con la pared, varias siluetas se posaban sobre él.

Era evidente que lo habían alcanzado.

— Ahem... Es un placer verlos de nuevo, chicos.


  Uno de los perseguidores, y uno de los más fornidos, lo sujeto del cuello de la camiseta y lo levanto pegándolo contra una pared. El solo bufo levemente al sentir el impacto en su espalda, que saco ligeramente el aire de sus pulmones.

Amigo, podrías tener un poco más de cuidado. La camisa es algo cara. — Dijo el refiriéndose a su camiseta, que era simplemente una camisa de su trabajo, una bastante usada y para nada costosa.

— Silencio... jefe, que hacemos ahora. — Dijo el hombre con una voz grave.


  En ese momento, una silueta más "elegante" y menos "humana" que contrastaba con la demás se coló por el costado del hombre, siendo el dueño de esta silueta un Lucario, que vestía un traje azul oscuro con bordado dorado y un bastón.

Double Dealing: Redención y Victoria.Where stories live. Discover now