Lo que pasaría si Seokjin leyera una confesión de amor escrita por Namjoon, sin saber que en realidad es para él.
O, Namjoon habla con Seokjin de sus mutuos sentimientos después de encontrarlo en su casa con la apariencia de un hombre destrozado.
Namjoon dejó la pluma a un lado, mientras releía su (no) confesión de amor.
Lo sabía, sabía que esta jamás llegaría a su destinatario, pero eso estaba bien.
Seokjin tenía una novia desde hace años y Namjoon sabía que él la quería, no quería confundirlo diciéndole que llevaba la mitad de su vida amándolo en secreto, por eso se guardaría todo para él.
Eso dolía, pero prefería ser solo su amigo que perderlo por amarlo de una forma diferente a la esperada.
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Seokjin quería dejar a su novia, o al menos, planeaba decirle eso a ella en algún momento. Quería muchísimo a Sunhee, y estar con ella lo ayudaba a olvidar su inútil enamoramiento sobre Namjoon, sabía que era egoísta, pero, ¿quién no lo era?
Entiéndalo, el hombre era hermoso, todo él, desde su impresionante metro ochenta y uno de altura, hasta su sonrisa con hoyuelos, la más hermosa y brillante que hubiera visto jamás. Lo amaba desde que tenía uso de razón probablemente, pero no fue hasta que se separaron por seis meses debido a su intercambio estudiantil que se dio cuenta de lo que sentía. No esperaba que, al volverlo a ver, todos los sentimientos que no sabía que albergaba su corazón explotaran y llenaran todo su ser y su vida.
Y luego comenzó a salir con Sunhee porque era más sencillo mentirse a sí mismo que enfrentar la idea de que estaba enamorado de un chico, de su mejor amigo, de su casi hermano.
Una semana había pasado desde que Seokjin decidió que lo mejor era hablar con Sunhee. No estaba muy seguro de lo que iba a decirle, pero pensó que la honestidad sería el mejor camino a seguir. También debía hablar con sus padres, no esperaba que lo aceptaran ni mucho menos, solo quería que lo supieran.
Existía una última persona con la que debía hablar.
Namjoon.
Seokjin era consciente de que decirle a Namjoon probablemente cambiaria las cosas entre ellos. Lo que no sabía era si esos cambios serían buenos o malos. Y eso lo aterraba hasta los huesos.
Pero sería valiente el día de hoy. Porque había decidido que amaba a Namjoon lo necesario para luchar por él.
Lo primero que hizo fue ir en busca de Sunhee. Había pensado invitarla a salir, algo como una cita. Pero había desechado esa idea porque no quería hacerla sentir mal. O bueno, peor de lo que se sentiría cuando le dijera la razón por la que estaba terminando con ella.
Cuando le contó toda la historia y sus razones pudo ver el dolor y la ira brillar profundo y caliente dentro de los pozos que eran sus ojos cafés. Seokjin se sintió la peor clase de basura existente.
Le sorprendió mucho cuando ella sonrió, le estaba sonriendo a él. Todas las emociones negativas que estaban presentes en sus ojos, desvaneciéndose conforme Seokjin le devolvía la sonrisa, confundido.
