Capítulo 17: Amenazas

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Iam.


~27/05/2021~


El bebé de Claudia, con apenas seis meses, es un bailarín dentro del vientre de su madre. Ella está de pie, pero, aun así, gracias al top deportivo que lleva, noto como su piel se estira un poco a causa de los movimientos del pequeño.

—Faltan un par de semanas para que entre al séptimo mes y ya no aguanto la panza —comenta tocando su vientre.

—Pareciera que pelea con alguien ahí dentro —digo con burla y me mira mal.

Hoy noté que no tenemos a la Claudia alegre. Se acerca con su plato lleno de galletas y me entrega una solamente.

—¿No me darás una más?

—El bebé es el que tiene hambre.

—Yo las hice.

—El bebé te lo agradece Iam —empieza a comer —. Nunca había sentido mis pies tan hinchados —se quita las pantuflas —. ¿Podrías darme un mensaje por favor?

—¿Regreso la Claudia amable?

—Tal vez —levanta sus pies y los coloca sobre mis rodillas —. Theo da buenos masajes, pero no supera a Andrés.

—¿Eso donde me deja a mí?

—En mi corazón —sonríe y sigue comiendo.

Empiezo a hacer el masaje que pidió y suspira del alivio a medida que pasan los segundos.

—¿Ya pensaron en un nombre?

—Si —termina otra galleta —. Si es niña queremos que se llame Adara.

—Adara —repito, observando su vientre —. Es lindo. ¿Y si es niño?

—Íker —la miro —. Encontré el nombre en una de las revistas del consultorio médico.

—¿Aún no se deja ver?

—No, y por eso Mimi no ha podido empezar con el BabyShower.

—Creo que solo te queda preguntarle directamente al bebé —digo con una pizca de diversión.

—¿Qué quieres que le diga? Si eres niño patea una vez y si es niña dos veces.

—Era un chiste, Kara —me siento a su lado —. Solo nos queda esperar al siguiente ultrasonido —tomo una galleta y ella se molesta —. Me la merezco por el masaje.

—Tu sobrino las necesita más que tú —se levanta del sillón —. Quiero algo de pollo. Ya vuelvo.

Avanza a la cocina y niego con diversión al ver que camina como pato.



...



Miro a la chica frente a mí y trato de mantener la calma.

—Esto no me gusta, Ximena.

—Ya lo tengo bajo control —trata de tranquilizarme.

—No lo creo —niego —. El que te envíen mensajes para amenazarte, a pesar de que cambiaste de número, no es tener las cosas bajo control.

—Estoy haciendo mi mayor esfuerzo —sube el tono de voz y las personas del café en donde estamos, nos observan —. Te juro que lo hago, pero no puedo simplemente privarme de tener un teléfono porque me envían amenazas que no cumplen.

—Ah, ya —digo un poco molesto —. O sea que quieres que se cumplan para tomártelo en serio. No quiero que te pase nada.

—No me va a pasar nada —toma mi mano —. Además, no sería la primera vez que pasa esto.

Dolor y Tormento© - Trilogía: Dos Palabras - Libro #2 - En PausaWhere stories live. Discover now