In your arms [Barco x Giay].

Unico

Eso era todo. Se termino.

Giay entre lagrimas le pedía perdón a su gente, incluso si no era necesario. No podia pensar en nada mas que no sea la palabra "decepción".

Entro al vestuario sin mirar a nadie e intento salir lo mas rapido posible, sin percatarse de cierto pelirrojo que lo veía preocupado.

La vuelta al hotel fue silenciosa, nadie tenia las ganas suficientes para animar al resto. Incluso Luka estaba en completo silencio.

A su lado, Valentin miraba por la ventana, sumido en un silencio melancolico. Pensando en lo lindo que la habían pasado, de lo cerca que estuvieron de lograrlo, y lo rapido que todo termino. Solo quería llegar al hotel y dormir hasta que toda esta mierda pasara.

Cuando ya se le había pasado la calentura, ni bien entro al vestuario busco a Giay con la mirada pero este parecía perdido en su mundo, sin mirar ni prestarle atención a nadie. Eso le preocupo pero lo entendió, por lo cual no quiso molestarlo y siguió con lo suyo. Ni siquiera se quejo cuando el castaño no se sento con el. Aunque le dolió un poco.

Llegaron al hotel y cada uno se fue a su habitación. Valentin seguia al castaño, quien no lo había mirado desde que bajaron del colectivo.

Entraron en silencio, que era tan pesado que Valentin preferiría que los chicos entraran haciendo quilombo, con su musica alta y cantando todos a los gritos, como siempre hacían. Pero hoy no.

Vio como Agustin tomaba sus cosas y se dirigía al baño.

-Me voy a bañar.-Dijo el capitan, sin ningún tipo de emoción.

Valentin solo asintió. El ya se había bañado en el vestuario, por lo cual solo se cambio de ropa y se acostó en su cama. Dejo solo el velador de su compañero prendido y se quedo mirando el techo, esperando que Agustin terminara para poder dormir, a sabiendas que probablemente no pegaría un ojo en toda la noche.

Penso en la gente, lo emocionados que estaban todos y lo mucho que los habían apoyado. Y ellos no pudieron pasar de octavos. Sabia que hicieron todo lo posible pero siempre queda esa duda de, "y si hubiéramos hecho mas?". Ya se venia venir todas las criticas y comentarios negativos hacia todo el grupo, pero sobre todo hacia el y Giay. Ni siquiera quiso revisar su celular, solo quería descansar. Mañana enfrentaría al mundo.

Estaba tan metido en sus pensamientos que no escucho cuando Agustin salio del baño. Se dio cuenta cuando este apago la luz de su velador, haciendo que Valentin mirara hacia su cama, viendo solo la silueta del mayor acomodandose.

No dijeron nada, aunque sabían que el otro no estaba durmiendo, ninguno se animo a decir algo. Prefiriendo tratar de dormir un poco.

No pasaron ni 15 minutos cuando escucho un suave sollozo provenir de la cama del castaño. Creyó haber escuchado mal pero ese le siguió otro y otro. Preocupado, Valentín se apoyo en sus codos y miro a su compañero.

-¿Agus?-El pelirrojo solo recibió otro sollozo como respuesta.-Eu,estas bien?-.Pregunto preocupado, sabiendo lo tonta que era su pregunta.

-S-i, si estoy bi-en.-Contesto el castaño con la voz quebrada, aguantándose el llanto.

Valentin obviamente no le creyó.

-Veni Agus.-Dijo ofreciéndole un lugar en su cama.

El mayor no tardo en aceptar, metiéndose entre las sabanas lo mas rapido que pudo. Valentin abrió sus brazos y dejo que el castaño se hundiera en ellos, escondiendo su cara en su cuello. El castaño no tardo en desarmarse en un profundo llanto, diferente a cuando lloraba en la cancha, porque no se tenia que contener, no con el. Por lo cual se permitio desahogarse en los brazos cálidos de su amigo. El menor, sorprendido por ver a su amigo así ,solo atino a envolverlo en sus brazos y acariciarle el pelo, susurrándole un suave;

-Tranquilo, todo va estar bien.

El mayor solo se aferro mas fuerte al cuerpo mas pequeño, dejando salir todas las emociones que tenia reprimidas.

Estuvieron así un rato mas, hasta que el llanto del castaño se volvieron suaves hipidos y las lagrimas se detuvieron. Valentin no lo solto en ningún momento, temiendo que el mayor volviera a romperse. Verlo así lo destruyo. El mayor siempre estaba de buen humor, sonriendo y jodiendo con todos, era todo lo contrario a el, que a veces era muy serio y le costaba abrirse mas. Por lo que ver esta nueva faceta de su amigo fue shockeante pero a la vez le gusto saber lo mucho que Giay confiaba en el como para dejar que lo viera así de destruido.

Agustin no se movió, llorar tanto lo dejo agotado, por lo cual solo le susurro un cansado;

-¿Puedo dormir con vos?

-Si Agus, siempre tenes un lugar conmigo.-Le respondió el menor con los cachetes colorados, por suerte no podia verlo o se moriría de la vergüenza.

-Gracias Bonito, por todo.-Bueno ahora si se iba morir de la vergüenza. Aunque no era la primera vez, siempre se ponía nervioso cuando el mayor le decía así. -Sos muy comodo eh, voy a tener que dormir mas seguido con vos.

El pelirrojo solo solto una risa nerviosa pero le alegro ver que ya estaba un poco mejor.-Cállate y dormite tonto.

-Bue no te enojes colorido.-Dijo jodiendolo. El menor solo rodo los ojos y cerro los ojos para poder dormir un rato.-Valen.-Hizo un sonido indicándole que lo escuchaba.-Lo decía enserio, gracias por no dejarme solo, se que también la debes estar pasando para el orto, así que gracias de nuevo.

-No me tenes que agradecer Agus, vos siempre estas para mi, supongo que hoy me toco a mi darte un poco de apoyo.-Respondio.-Además, también me sirvió para sentirme un poco mejor.-Le confeso.

-¿De verdad?-El menor asintió.-Me alegro, a mi me hace re bien estar con vos.

Valentin se puso todavía mas rojo pero se animo a responderle tímidamente.

-A mi también.

Luego de unos minutos de de silencio, solo disfrutando de la compañía del otro, Valen escucho los pequeños ronquidos de Agustin, dándose cuenta que el castaño se había dormido.

Se acomodo mejor para que ambos estuvieran mas cómodos, tratando de no despertarlo. Le acaricio el pelo mientras le daba un beso en la frente, susurrandole un casi inaudible.-Buenas noches Agus.

Asi se durmieron, los dos juntos en una cama, abrazados, sabiendo que pasaría algún tiempo hasta que ambos volvieran a tener un momento así.

Pero era suficiente.

Tenerse el uno al otro en sus brazos era suficiente.