PRÓLOGO

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«Que con la misma vara que me midieron sean medidos, Amén»

Dije entre una última petición a Dios, a aquel se supone lo escucha todo y es justo con todos.

¿Dónde está la justicia? ¿O es que acaso con ella solo puedo infringir daño? Talvez por eso se nos impone el perdón y aquel que no acata tal regla, es repudiado por los demás, lo llaman débil e incompetente. Yo me pregunto ¿Entonces que es aquel que infringió daño? Me lo pregunté desde hace bastante tiempo…más sin embargo no encontré respuesta. Entonces me hice la siguiente pregunta ¿por qué la gente admira a aquel que pide disculpas? Una palabra no infringe cambio alguno en la situación de la víctima, no se borra el pasado, ni se abre puerta alguna, no se recupera lo perdido, la víctima se ve obligada a recibir y aceptar tales palabras por presión social, no lo entendía…hasta que alguien me dijo:

—¿Qué es lo que tanto te hizo? ¿casi te mata o algo así?

—Qué?… —dije un poco confundida

—Te afecta porque tú quieres... Las acciones de otros no tienen consecuencias reales y la responsabilidad recae totalmente en la persona afectada.

Me había dado cuenta que a la humanidad, la víctima solo le causaba lastima, pero el victimario era admirable por la mísera e insignificante palabra

"PERDÓN"

Autor: Izaida Nakahara

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Autor: Izaida Nakahara

NO ES CULPA, SOLO ES EGOÍSMOWhere stories live. Discover now