Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Izuku era un pequeño niño nervioso, cualquier cosa que no estuviera en los planes le causaba un enorme ataque de ansiedad al punto de dejar de respirar y desmayarse, por eso odiaba los lugares impredecibles, no soportaba lugares los cuales no pudiera saber que iba a pasar, odiaba lugares públicos, cines, plazas, teatros, odiaba ver películas o series, la única que llegó a ver y amo, fue la serie de All Migth, pero, eso fue porque era una serie de superhéroes tan predecible que no tenía miedo de que algo no pasará o pasará, eso amaba, lo predecible, lo hacía sentir tan tranquilo y sereno, saber que nada podía sorprenderlo.
Así era el pequeño Izuku, sin amigos que de un día para otro le cambiarán planes, sin pareja que en algún momento pudiera pedirle matrimonio o romper la relación, prefería estar en su burbuja, en su hermosa burbuja que lo mantenía tranquilo y calmado, sin sus ataques de ansiedad porque algo no saliera como lo planeado, pero, no todo podía seguir así en una vida donde lo impredecible es del día a día.
— Sé mi novio Deku — la propuesta llegó de improvisto, eso lo había empezado a alterar, Bakugo Katzuki, aquel que fue quizá quien considero su amigo en algún punto, pero ahora estaba rompiendo una de sus más grandes reglas, ser predecible.
Cuando el mayor le dio esa propuesta sufrió uno de sus ataques de ansiedad una vez más.
— No... Yo... Y-yo... Ka-kacchan... No, no lo sé — primero su tartamudos extremos, luego comenzó a hiperventilar, el cenizo se dio cuenta de inmediato de que había algo mal con el pecoso, así que pensando un poco se acercó al menor y lo abrazo, había visto muchas películas para prepararse para ese día, normalmente en aquellas películas siempre se le acercan, abrazaban a la otra persona nerviosa y luego, le besaban.
Así que siguiendo su "curso de cursilería" hizo lo mismo que en aquellas películas, beso al menor, Izuku claro no se espero aquello, así que su ansiedad aumento, aún con los labios del mayor junto a los suyos Izuku seguía hiperventilado, pero, se comenzaba a calmar minuto a minuto, el cenizo había entrado por completo a su boca, saboreando al menor, llegó un momento en el que sus piernas temblaron y su ataque de ansiedad se comenzaba a ir a la mierda.
Ese día el cenizo lo termino arrinconado en el pequeño cubículo de limpieza, gimió cual perra en celo ese día, se sintió tan bien aquella experiencia tan impredecible, fue grandioso.
Desde ese día era pareja del cenizo, el mayor era más cursi de lo que llegó a pensar, además de que era totalmente impredecible, de un día a otro podía llegar a su dormitorio compartido de la universidad con chocolates, otro día molesto y apunto de explotar en irá, o, sus días favoritos, con una enorme caja de juguetes de todo tipo.
Amaba a Bakugo, solo él podía calmar sus ataques de ansiedad, solo él, nadie más y eso bien lo sabía, por eso no salía de su dormitorio compartido a menos que vayan juntos.
Tal como esa tarde.
— ¿A la plaza? — el menor se veía un poco nervioso, si bien sabía que podía calmar sus ataques, la manera de calmarlos no era la más... Común.
