Anam Cara

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— Anam Cara —comentó sorpresivamente Stan con una sonrisa en los labios mientras Mercedes apartaba la vista de la mezcla para el tinte de cabello, visiblemente confundida

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Anam Cara —comentó sorpresivamente Stan con una sonrisa en los labios mientras Mercedes apartaba la vista de la mezcla para el tinte de cabello, visiblemente confundida. A pesar de ello, él continuó absorto en su celular, leyendo el libro que le habían asignado para su clase de filosofía y asintiendo para sí mismo— Me gusta lo que significa.

— ¿Otro apodo cursi? —Mercedes preguntó, retomando la mezcla y repasando una vez más las instrucciones del tinte, aunque ya las conocía de memoria, pero este no era cualquier cabello y equivocarse no era una opción.

— Es un concepto celta —explicó Stan, sin apartar la vista del texto—. Proviene del irlandés: «Anam» significa alma y «Cara» es amigo. Es el término que se usa para describir una amistad del alma.

— ¿Como la tuya con Kyle? —Mercedes se acercó a él y, como precaución, colocó una vieja toalla sobre los hombros masculinos para evitar manchas innecesarias, a pesar de que Stan solo llevaba puesto un desgastado crop top negro—. ¿Él es tu... ara cama?

—Anam Cara. —Stan la miró a través del espejo y agitó la cabeza de un lado a otro— Él es mi super mejor amigo, es diferente. Según esto, Anam Cara se describe como una presencia compasiva en la vida de alguien. Y Kyle es muchas cosas... ¿Pero lo has visto pelear? Tiene furia compasiva, si es que eso tiene sentido.

Mercedes sonrió entretenida y comenzó a peinar el cabello de Stan con los dedos para dividirlo por partes. El efecto fue inmediato y él cerró los ojos. Divertida, masajeó su cráneo con el pretexto de usar un aceite protector antes de aplicar el tinte. Stan dejó caer las manos sobre su regazo y suspiró largamente. Aunque él llevaba tres años confiándole su cabello a Mercedes, la punzada de nerviosismo que sentía cada vez que pintaba el cabello de Stan seguía siendo inhumana. Mercedes era experta en eso, las otras chicas del restaurante solían encomendarle esas cosas todo el tiempo. Teñir cabello era una de las habilidades más sencillas que poseía. Sin embargo, cuando se trataba de Stan, quería hacerlo perfecto y estar a la altura de sus expectativas porque sabía que era algo importante para él. Por eso le prestaba un cuidado especial y volvía todo eso un ritual entre ellos.

— Según el libro, una persona sin su Anam Cara es como un cuerpo sin cabeza —retomó Stan en un susurro.

Mercedes tomó la mezcla y comenzó a trabajar en el cabello de Stan, cubriendo primero sus raíces negras para que el producto actuara más rápido. Puso especial atención en los pequeños cabellos en la nuca de Stan y, al mirarlo en el espejo, se encontró con los ojos expectantes del chico. Mercedes frunció el ceño porque no había imaginado que debía opinar sobre las clases de filosofía de Stan. Anam Cara sonaba a algo valioso, como almas gemelas, pero sin implicaciones románticas.

— ¿Qué más dice tu libro? —preguntó.

— Dice que uno llama a alguien su Anam Cara cuando son guías porque tienen la capacidad de leerte el corazón. —Stan alzó las cejas— ¿Qué dices?

Anam Cara «South Park»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora