Style (1)

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Adolescentes | Confesión indirecta | Kyle siendo un idiota

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Una noche tranquila en su habitación era todo lo que pedía. Necesitaba pensar, relajarse, convencerse de que las cosas a partir de ahora podrían ser normales para él. Pero, no serían así, ¿Cierto? No desde que lo sabía, desde que él le gustaba.

Ya esta semana han discutido... ¿Dos? ¿Tres veces ya?
No podía entenderlo, realmente no entendía por qué sólo lo alejaba más y más. Probablemente porque no quería que se diera cuenta, probablemente porque así podría mantener su amistad. Incluso si tenían que discutir cada mañana en la escuela cada que se avergonzaba y terminaba exaltándose. Incluso Kenny se había distanciado para evitar ser involucrado, no quería eso para él, ni su amistad.

Knock knock

El llamado a su puerta lo desconcertó. Ya habían transcurrido algunas horas desde el crepúsculo, incluso se había colocado su pijama. Sabía perfectamente que ese toque no pertenecía a nadie en la casa, odiaba tener que lidiar con esto.

— Sólo pasa... —

No despegó la mirada del techo. En sus planes no estaba verlo, y no lo haría.

Por alguna razón, Stan lo odiaba. O eso parecía cuando decidió sentarse a la orilla de la cama, Kyle comenzó a sentirse observado. No le gustaba esa sensación, no debería estarse sintiendo tan nervioso.

— Kenny habló conmigo. —

Apenas y pudo escucharlo. ¿Qué tenía que ver Kenny en todo esto? ¿Por qué Stan llegaría a irrumpir su comodidad por una conversación con Kenny?
Prestaría atención lo necesario y luego seguiría en lo suyo. Que posiblemente era una especie de desvelo pensando en... Él.

— Dice que no le gusta vernos así, a mí tampoco. Siento que estás raro, te estás alejando. Y algo que aprendí es que, las cosas hay que hablarlas, ¿Sabes? Si algo pasa, cuentas conmigo, amigo. —

El tono de voz ajeno, tan apacible y relajado logró que Kyle se contagiase del sentimiento. Y aunque su ceño fruncido no cambiara, ya no estaba a la defensiva. Sintió la mano ajena posarse sobre su pierna, lo repentino del tacto logró sacarle un respingo. De inmediato, retiró la mano del lugar.

— No pasa nada conmigo, Stan. Estoy bien, ¿Sí? No quiero hablar ahora... ¿Por qué viniste? Podemos hablar mañana sobre esto, es tarde. —

Apenas comenzó a irrumpir su campo visual, apartó la mirada hacia un lado. Sintió una terrible impotencia al sentir nuevamente un tacto, esta vez en su mejilla, tomando su rostro para hacerle mirarlo fijamente a los ojos. ¿Qué se suponía que hiciera, golpearlo? Quiso, pero no. Sólo volvió a quitárselo de encima, no quería tocarlo. Sentirlo sólo hacía que su piel se calentase.

— Yo, pues no lo sé. Sentí que debía venir cuanto antes. Kenny dijo algo que... Bueno, no importa ¿Ok? Solo quise verte, es todo. —

Stan se levantó, caminando hasta la pared más cercana apoyándose en ella. Kyle sintió la necesidad de seguirlo, pudo notar como Stan le miraba desde abajo un poco intimidado. Últimamente, a Kyle no le venía mal estar creciendo.

— No me importa lo que haya dicho Kenny. Ya me viste, puedes irte. Fin. —

La cara colérica de Stan hizo saber a Kyle que ya no estaba de humor para sus respuestas. Él no podía evitarlo, si no estaba enojado ¿Por qué seguía hablándole mal? Estaba arruinando las cosas, sin duda estaba siendo un idiota.

— Solo quería estar bien contigo, Kyle. Quería volver a ser como antes, pero veo que eres incapaz de llevar una conversación como una persona madura. ¿Sabes qué? No pienso hablarte más hasta que te decidas a ser alguien razonable. Buenas noches. —

Esto no era lo que quería. Verlo alejarse poco a poco rompía su corazón. En desespero, lo tomó de la muñeca. Si no quería perderlo, tenía que ser honesto, debía ser valiente. No lo pensó:

Stan abrió los ojos, sorprendido. De todas las cosas posibles, lo menos esperado para él era un beso en la mejilla por parte de su mejor amigo.

— Solo, piensa en eso. ¿Ok? Piénsalo bien, mañana dame una respuesta. —

Marsh fue echado de la habitación, sin opción a negarse. Y tan dicho como hecho, no pudo dejar de pensar al respecto:

Kenny tenía razón, probablemente sí tenía oportunidad con él.

One shots de South Park que escribo porque síDonde viven las historias. Descúbrelo ahora