¿Qué, depues de matarla?, todo sera igual Afrodita ayudandolo a salir de su sufrimiento,Eros matando corazones era de esperar que Maggie como una semi-diosa la atacara,era debil pronto a sus pies....
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-ya te tengo Maggie- le susurró - estoy aquí para ti
-Podria pedirte que me hicieras tuya despues de tanto tiempo- le dijo ella- por favor. ...
-como tú digas nena - el sorprendido de sus palabras penso que la tenia a sus pies pues ese era la oportunidad de liberarse y matarla.
Ella fue al baño para ponerse esa ropa que haria que enloqueciera por quitarle la ropa de un tirón. Al salir se quedo con la boca abierta con la ropa interior de color rojo era imposible resistir la pasión entre sus venas,él la acorralo con sus brazos tan fuertes con una piel tan blanca y buenos pectorales ella se mordia el labio inferior, paso su lengua por su cuello hasta llegar de nuevo a su boca. Ella sabia que era bueno en la cama como perder su virginidad ese día. No paraba de besarla hasta que la avento a la cama y se puso sobre ella con una delicadez que ni siquiera lo sentia , separo sus piernas se introducio en ella. Con la experiencia más maravillosa para ella pues se escucho así misma gemir de placer, diafruto su dulce cuerpo con cada centímetro que sentia un alivio por sentir su sangre hervir.
...
Con facilidad ella quedo dormida sin remordimientos pensaba en matarla ese momento pero era necesario su cuchillo - diablos Afrodita mi cuchillo favorito- pensó - al voltear vio una luz que ae tuvo que tapar los ojos vio que era su enemigo... Niall... ¿Cómo se entero? Vaya como esperaba el momento de encontrarse con él.
- ¿Buscas esto? tu cuchillo para matarla
-Vaya Niall aún sigues intentando ganar tu puesto en el olimpo
- sabea que no permitire que la mates
- Así es ... lo sé - le dijo con una mirada traviesa cuando vio que su mirada era fría.
Sin más que decir chandler habia cambiado los cuchillos, con rapidez Niall se dio cuenta se avalanzo sobre él y no se dio cuenta e que su cuchillo habia atravesando el cuerpo de Maggie. Lo agarro de sus enormes alas y lo avento al piso que antes de que pudiera hacer otra cosa el desapareció.
