exotic a (nct fic)

Muerte Lejana Y Nacimiento

En una mañana fria contradictoria a los calurosos días, con ritmo en sus oídos e independientemente del calor que esperaba el resto del día, iba él, con aquel abrigo representativo suyo. Iba de blanco como si fuera un muerto recién despertado de su propia tumba.

— Donghyuck había dicho que no volverías hasta el año que viene —alguien irrumpió la melodía despegando sus auriculares de sus oídos y lo miraba con desdén.

Había olvidado como eran sus ojos, aquella expresión e incluso como era su voz, había hecho tanto esfuerzo para olvidar cualquier cosa suya. Quemaba su cercanía y cualquier cosa relacionado a quién invadía.

La voz no salía, las palabras se atoraban en su garganta y temían salir, siempre con miedo a decir algo incorrecto.— Tuve que volver por problemas familiares...—cada vez sentía más, recordaba más, temía más— ...Permiso.

Si el empujón no hubiera sido suficiente habría armado un escándalo, aunque era lo que pensaba sabía perfectamente que no pasaría, de alejaría o más posible como hacía siempre y se aislaría en cualquier otro lado, o leyendo y estudiando, para no pensar en aquello.

Huyó de la cercanía, sintiendo el peso de su mirado viéndolo alejarse, como si el viento lo llevase.

—Yo creo que es divertido que Jeno haya vuelto. —

—Vos dijiste que Mark no iba a toparse con Jeno nunca mas porque se suponía que terminarían en campos y áreas distintas... haces muy malas predicciones.—Las uñas eran mordisqueadas en muestra de estrés y ansiedad, Renjun no era una persona muy paciente en ciertas ocasiones y esta era una— Lo último que quería era que Jeno volviera pero ya que volvió...

—Ah no. no no no. —Donghyuck sabía exactamente a lo que se refería, Renjun maquinaba rápido cualquier idea descabellada y aunque el de tornillos sacados era él, sabía exactamente qué había temporadas de brotes psicóticos de su novio.

— Hay que volver a juntarnos, puede que salga un poco mal, tenés que encargarte de que Jeno aparezca por acá, no va a ser tan difícil... te juro. —Donghyuck siempre fue sensible al tacto en el cuello. y las manos delicadas de Renjun siempre terminaban de convencerlo.— Tal vez fumar algo, beber algo, salir... no en ese preciso orden, pero me entendés.

Con refunfuños y un poco desanimado salió de aquella habitación. Pero convencido, tal vez si podría obtener algo de ahí.