Capítulo 26

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26._ Campanas de boda

Tayden

Hoy, como hacía un buen día, estamos desayunando todos en el comedor del castillo.

Hace tiempo no hacíamos esto, siempre alguno de nosotros tenía algo que hacer y no estábamos todos, por lo que hoy es un día especial.

Han pasado algunas semanas desde la coronación de Darya y todo parece mejorar en Camalot, no es mucho, pero es notable y eso nos alegra a todos, en especial a Emersyn.

Darya y Landon que se quedaron allá, nos envían cartas de vez en cuando, y hoy no es la excepción, sólo que esta vez, Emersyn soltó un grito de emoción al leer su carta que creo que a más de uno le hizo atragantarse con el desayuno de la sorpresa.

—¿Qué pasa? —preguntó Priamos algo sorprendido.

—¡No puedo creerlo, no puedo creerlo! —exclamó ella leyendo la carta de la emoción.

—¡Dinos que sucede! —pidió Caelum perdiendo la paciencia.

Últimamente él está actuando extraño, se le ve poco por el reino y a veces anda de mal humor.

—¡Se van a casar!

—¿¡Quién!? —Esta vez fue Hughes.

—Cielo habla ya —pedí antes de que alguno quisiera estrangularla para que hable.

—¡Darya y Landon se van a casar!

Espera, ¿qué?

Todos nos quedamos sorprendidos y en silencio nadie se imaginaba algo así, y Emersyn daba saltitos de alegría.

—Nos han enviado invitaciones a todos ¡miren! —nos extendió unos sobres que venían con la carta y prácticamente todos nos abalanzamos sobre ellos a tomar uno.

Leí la invitación y era verdad, la boda era en unos días y se celebraría en Camalot evidentemente. Pero había algo que no me cuadraba, yo sabía que Landon estaba enamorado de Darya, pero ¿y ella de él? Nunca vi que demostrara algo así, y si lo estuviera Darya se lo había contado a Emersyn y ella a mí, algo no está bien.

Y como si este fuera el día de las cosas raras, Caelum dejó la invitación arrugada sobre la mesa con un golpe y salió del comedor hecho una furia.

Fruncí el ceño y me volví hacia su gemelo, me di cuenta que los demás hacían lo mismo.

—¿Qué? Yo no le he hecho nada.

—No hemos dicho que hayas hecho algo, pero a lo mejor tú sabes que le pasa —explicó Priamos con calma.

—Pues no lo sé, dice que no es mi asunto y que no lo entendería —respondió tranquilamente terminando su desayuno.

—¿Alguien tiene alguna idea de que pueda ser? —pregunté y todos negaron.

—Lo que sea, ya se le pasará, no debe ser la gran cosa —Priamos alzó los hombros y siguió bebiendo su té.

Yo la verdad no estaría tan seguro.

Darya

Unos pocos días después de enviar las invitaciones de mi boda, al mediodía, él apareció aquí, como ya supuse que haría.

Venía jadeando, seguro tuvo que correr mucho, también se veía muy molesto.

—¿Es en serio? —preguntó en tono mordaz.

—¿Te parece que regaría invitaciones para nada? —me crucé de brazos mirándole con firmeza.

—No puedo creerlo, ¿de verdad piensas pasar el resto de tu vida con ese tipo tan soso?

Los pasadizos del castillo [COMPLETADA]Where stories live. Discover now