𝙏𝙀𝙇𝙀𝙆𝙄𝙉𝙀𝙎𝙄𝙎 ── moving

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ser apodado como "el perezoso de la clase" no estaba en sus planes, y es que seungyoun tenía serios problemas para dormir en las noches. comúnmente, las pesadillas abundaban en los sueños del chico, haciendo que no conciliara el sueño como debería. aún así, siempre trataba de prestar atención a lo que el profesor estaba diciendo; sin embargo, esta vez falló por milésima vez.

—¡alumno song, ponga atención a la clase!

dado lo adormilado que se sentía, ni siquiera logró percatarse de que el profesor de matemáticas se ubicó a su lado. un golpe en la mesa lo hizo saltar del susto, llegando al punto de casi caerse de su asiento.

—¡lo siento, no volverá a pasar! —dijo asustado, pero aún somnoliento.

—siempre dices lo mismo —lo regañó otra vez.

volvió a tomar asiento con suma precaución, escuchando las risas de sus compañeros de fondo y atrayendo una mirada seria de lee kanghoon, el presidente de la clase. seungyoun simplemente le sonrió, recibiendo un suspiro de total agotamiento por parte del alumno modelo de su clase.

en varias ocasiones, el chico de lentes se había acercado a hablar con seungyoun, pidiéndole que no volviera a quedarse dormido en clases y que prestara atención. le recordó que era su último año y que tenía muchas responsabilidades por delante. sin embargo, el chico no podía combatir el gran cansancio que sentía.

la clase transcurría lentamente y seungyoun se aburría cada vez más. al estar sentado en el último puesto, justo al lado de la ventana, podía darse el lujo de observar el cielo nublado con admiración. siempre había sido un apasionado de las nubes; conocer sus nombres y cómo se formaban era su principal interés. se preguntaba cómo sería tocarlas algún día o alcanzar el lugar donde se encuentran.

en medio de sus pensamientos, una risa escapó de sus labios, captando la atención de su compañero que se encontraba a una distancia en el puesto de al lado.

bongseok observó con curiosidad a su compañero de clases. aunque sus asientos estaban uno al lado del otro, nunca se habían dirigido la palabra. el chico de cabello negro solía quedarse dormido durante el receso, a excepción de cuando tenían que almorzar. no sabía con precisión cuánto tiempo había estado mirando el perfil de seungyoun hasta que el chico le devolvió la mirada, lo que hizo que bongseok apartara rápidamente su vista hacia su cuaderno. había sido descubierto y se sintió un tanto avergonzado y apenado.

las clases finalmente llegaron a su fin y seungyoun se dirigió directamente a su hogar. al entrar fue recibido por su gato que se acercó para acariciarle las piernas. vivía solo en un pequeño apartamento que afortunadamente quedaba cerca de su escuela, por lo que solía caminar hasta allí ahorrando el dinero del transporte.

antes de que sus padres murieran, le dejaron una gran suma de dinero y aquel lugar que llamaba hogar quedó registrado a su nombre.

se aproximó a una de las fotografías que guardaba en un pequeño mueble junto al televisor y se sentó a contemplar aquellas imágenes llenas de recuerdos. las sonrisas de sus padres resplandecían, causando una tristeza profunda al recordar que no pudo despedirse de ellos en aquel fatídico día.

no se dio cuenta, pero las cosas a su alrededor comenzaron a levitar lentamente, incluido su querido gato tom. lo único que logró despertarlo de ese momento fue un maullido de su amigo. se levantó algo asustado al percatarse de lo que sucedía y tomó a tom en brazos tratando de calmarse.

una vez que finalmente pudo tranquilizarse, las cosas cayeron al suelo de manera precipitada. aunque en realidad no le importaba demasiado que se destruyeran algunas pertenecias suyas, no podía negar que aún no estaba acostumbrado a que eso sucediera. no le hacía feliz que sus emociones estuvieran tan a flor de piel y que no tuviera un control preciso sobre aquello.