Bad Ending (Nimona 2023)

Todo al final tiene sentido

Ambrosius necesitaba respuestas, eso estaba claro. La lectura en el pergamino lo había sacudido, haciendo que su mente girara en todas las direcciones posibles. ¿Por qué Ballister había ignorado su consejo? ¿Acaso estaba siendo manipulado o controlado por alguna fuerza externa? No podía creer que el hombre que había conocido, por más oscuro que hubiera sido su pasado, un pasado que el conocía, sabia casi cada detalle del pasado de Ballister, se supone que lo conocía, hubo un tiempo en el que también pensó que era un extraño, que su apariencia le resultaba intrigante y en cierto punto enigmática, sentía que no sabia nada de el, pero fue testigo de como la Reina cuido de el, de como le enseño a perdonar a sonreír y a buscar la justicia hasta ver como la sombra en sus ojos se convertía en un brillo enorme, de como se convirtió en el caballero mas amable y justo, todo era como si en lugar de avanzar el estuviera retrocediendo. Quien era el? El dolor en su costado grababa su encuentro con aquel monstruo. Ambrosius estaba sentado en su despacho, limpiando y curando su herida. A medida que aplicaba el ungüento, sus pensamientos se centraban en encontrar una forma de descubrir la verdad detrás de la situación actual. En medio de su concentración, la puerta de su despacho se abrió, y un caballero entró precipitadamente. - Mi Señor, tengo noticias de los soldados que regresaron heridos. Afortunadamente, ninguno ha fallecido, pero la mitad está gravemente herida

Ambrosius asintió con seriedad, agradecido de que las vidas de sus hombres no se hubieran perdido. - Eso es un alivio. Asegúrese de que reciban el mejor cuidado posible. Nuestras fuerzas deben estar en su mejor estado.

- Pero los doctores están agotándose, ya sabe, no hay muchos en el reino. Y después de lo del colapso de la cámara central, la pelea en la entrada del palacio y lo de hoy, al menos 2 centenas están heridos.

- Entonces consigue mas doctores, la academia debería ser de apoyo..solo...busca mas..

El caballero asintió y se apartó, dejando a Ambrosius sumido en sus pensamientos. A medida que vendaba su herida, no podía evitar pensar en Ballister y en las diferencias abismales entre el hombre que había conocido y el individuo detrás de los ataques. Un escalofrío recorrió su espalda al considerar la posibilidad de que Ballister no actuara por su propia voluntad. "Esto no puede ser lo que parece", se dijo a sí mismo en voz baja. "Mi Ballister no haría esto. Algo está manipulando su mente, o tal vez hay más detrás de todo esto de lo que puedo ver". Sus ojos se encontraron con el reflejo en el espejo frente a él. La duda y la incertidumbre lo atormentaban, pero estaba decidido a encontrar la verdad. Sabia que había algo con la directora, como una espina molesta que intentaba ignorar pero simplemente no podía, aun así. Si algo estaba saliendo de Ballister, debería descubrirlo por sí mismo. "No puedo permitir que todo esto siga", murmuró Ambrosius con determinación. "Mis lealtades están con el reino y con la verdad. " Recordó lo que vio en ese pergamino, si tan solo Ballister lo hubiera visto las cosas serian diferentes, pero ahora ni siquiera podía hablar con el, mucho menos acercarse. La amenaza se hacia llamar su amiga, la directora tenia un punto en eso.

A medida que se ponía de pie, sentía una mezcla de dolor físico y resolución interna. Sabía que enfrentaba un camino difícil, pero estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para proteger al reino y encontrar la verdad detrás de los acontecimientos recientes. En ese momento, la imagen de la joven rebelde, Nimona, apareció en su mente. Grabó las palabras de la directora sobre su papel en todo esto. Aunque la duda lo asaltaba, también sentía que había algo más profundo en la situación que requería su atención. Habia algo en medio de todo, algo que no podía ver. Con la herida en su costado como recuerdo constante, Ambrosius se preparó para enfrentar los desafíos que se avecinaban. Sabía que no podía confiar en las apariencias y que debía descubrir la verdad detrás de los hechos. Mientras se dirigía hacia la puerta de su Despacho para salir pensó, ya sabía que Nimona era una amenaza y que tenía la capacidad de transformarse en lo que fuera. Se sentía solo, había puesto una recompensa para los caza recompensas junto a un mensaje, si al menos estos lograban capturar a Ballister tendría una segunda oportunidad de hablar con el, de salvarlo. Justo antes de tocar la perilla de la puerta de su despacho, esta se abrió con suavidad, y la figura de la directora entró, radiante y controlada como siempre. Ambrosius la disminuyó con cautela mientras se ponía de pie.