Mocoso. Tayikistán y Ari

Perspectiva: Ari

Aquí unas aclaraciones

— Tayikistán es un país que en su tiempo perteneció a la URSS

— Ari es un fanchild XD

— El narrador de la historia es el propio Ari (por algo es desde su perspectiva)

— Después de la muerte de URSS, Tayi se quedó con la casa

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Los cuidadores en este lugar raro no nos dan comida, solo cuando se acuerdan se que existimos. Al azar me toco a mi ir afuera a sacar algo de comer, quizás algunas frutas que hayan caído del suelo.

Caminaba con un palo de madera que según me dijeron, no lo solté nunca el día que llegue aquí, más yo no recuerdo mucho.

Mientras caminaba, me pareció escu har un sonido, como de una vaca. Yo soy fanático de las vacas, y de los animales de granja en general, pero jamás había visto algo con mis ojos, tenía que conformarme con libros del 1960 y mi imaginación  (ah, y programas de televisión en una TV que deja de funcionar en la lluvia).

Vi que los sonidos de vacas y otros animales granjeros, venían de una casa. La casa era algo... Rara, me daba una sensación... No sé, como si hubiera viajado en el tiempo¿. Es extraño, y de paso, no era la primera vez que veía esa casa, siempre me dio mala espina, pero a su vez una curiosidad tremenda. Enfin, por alguna razón la puerta estaba abierta, así que entrar no fue difícil. Bueno si, me dio miedo el lugar.

Era, tan frío... Tan, melancólico, habían animales disecados y sus cabezas colgadas en la pared (En el orfanato hay de esos), la chimenea estaba apagada, únicamente logré ver solo una pizca de fuego. Al cerrar la puerta, esa pizca de apagó.

Quería recorrer la casa, pero quería más ir a la granja. Puedo decir que tenía algunas cosas que eran muy antiguas mientras que otras eran muy modernas. No sabía dónde quedaba exactamente la granja, pero me guíe por los sonidos, y entre más me acercaba, escuchaba una voz la cual creo que era la de un hombre.

En la cocina, había una puerta que llevaba a un jardín. Me acerque y me escondi en un cobertizo, pude ver al hombre y a los animales, eran increíbles (los animales, ese tipo me daba lo mismo).

Ese hombre estaba algo enojado¿ No, no, era algo así como... Triste, serio, una mirada rara, pero definitivamente no estaba feliz. Pareciera como si recordase algo.

El tipo le sacaba leche a las vacas y dejaba los baldes en un rincón, cerca de mi escondite. Ese hombre levanto la mirada y volteó a donde estaba yo, me asusté y me escondí mejor. Al moverme, sin querer también moví algo, y eso movió otra cosa, así sucesivamente hasta que todas las cosas cayeron encima mio, caí encima de la puerta, que se rompió.

Alcance a ver que el hombre giró muy bruscamente cuando se cayeron las cosas. Se acercó muy lentamente a las cosas, parecía asustado (su cara de horror lo decía todo).

Para mi mala suerte, ese hombre me vio y me agarró de mi jardinera. Su cara de horror pasó a una seria, y de seria paso a enojo.

Me llevó a una silla que había cerca, me sentó, pero el estaba parado. Yo estaba muy asustado, hasta lagrimeaba. De paso, no veía bien porque no tenía mis lentes, aunque hice un esfuerzo.

— ¿Quién eres? — Preguntó el hombre. Estaba furioso.

— Y-y-yo... — Yo estaba paralizado, tenia miedo de que me pegara

— ¡Contesta! — Y dio una pisada en el piso, que solo me asustó más

— ¡S-soy Ari!

El tipo se acercó más, está vez fue delicado. Yo estaba con la cara escondida gracias a mis manos. El hombre de cabello castaño me agarro de ellas, en 50% bruto, otro 50% suave, no se si me explico.

— ¿Sabías que no puedes entrar en propiedad personal? — Aunque no grito, su tono calmado y su mirada fría me daban escalofríos, no podría dormir en la noche.

— S-si, l-lo-lo sé

— ¿Y?

— ... L-lo lamento, señor...

— Tayikistán. No me digas señor

— Pero es un señor

— ...

— ¿S-solo le digo 'Tayikistán?

— Si, pero dudo que te acuerdes de eso

Me agarro de la mano y me llevó a la salida. Apuntó con su dedo al afuera.

— ...

— ¿Qué? ¿Acasl no entiendes? Vete

Y me fui. Apenas puse un pie afuera, Tayikistán cerró la puerta.

Había un manzano y un palto. Tomé algunas paltas, manzanas y me fui de regreso.