𝗦𝗔𝗬 𝗬𝗘𝗦 𝗧𝗢 𝗠𝗘, b. dohwa [otl]

OO6. ola de emociones

La menor iba caminando con las manos puestas en los tirantes de su mochila, tenía los pensamientos tirados en el vacío de su cabeza por una única razón: su mamá. Estaría mintiéndose a sí misma y a Dohwa si decía que no tenía algo de nervios por lo que pasaría al llegar a su casa. Ni siquiera podía meterse por la ventana de su habitación para mentirle de su llegada tarde a su hogar, pues su mamá siempre, y cuando digo siempre es siempre, está al pendiente de cuando ella llega.

-- June, ¿estás bien? -le preguntó el alto con cautela. Ya llevaba unos minutos observándola de reojo y podía sentir en el aire al rededor de ella sus nervios.

Parpadeó varias veces seguidas y alzó la cabeza a Dohwa mientras trataba de disimular una sonrisa.

-- Sí, claro. Estaba pensando en unas cosas. -volteó su mirada al frente para evitar el contacto visual con el del lunar. Podía decirse que le intimidaba muy ligeramente el hecho de que se le quedara mirando.

-- Claro. -quedó inconforme con su respuesta-. ¿Y me vas a decir por qué hace unos minutos me preguntaste lo de Ra Im?

-- No fue nada, solo me daba curiosidad porque yo creí que no se conocían de nada. -se cruzó de brazos, tranquila-. No es nada raro, ¿está bien? ¿tú me dirás por qué de la nada eres amable conmigo?

-- No tengo una respuesta para eso, me nace del corazón y ya, aunque te parezca raro. -se encogió de hombros, algo que obviamente Dae June no pudo notar-. Siento que nos parecemos un poco.

-- ¿Ah, sí? -sonrió de lado. A lo lejos notó que ya quedaban unas cuantas cuadras para llegar a su hogar.

-- Te sorprendería.

Los dos se voltearon a ver, como por tercera vez en ese tramo de camino. Ambos volvieron a sentir ese escalofrío extraño que habían sentido desde el parque.

Habían llegado por fin al jardín frente a su casa, June se giró a Dohwa para despedirlo, era la primera vez en ese rato que quedaban cara a cara. El alto inclinó un poco la cabeza hacia abajo para mirar mejor a la fémina, en cambio ella tuvo que alzar la cabeza para mirarle mejor.

Pocas veces eran en las que se podían ver el color de los ojos tan claramente.

-- ¿Te parece si mañana nos quedamos en la biblioteca a avanzar uno de nuestros trabajos? -June rompió el silencio entre ellos.

-- Por supuesto. Solo que quedará en tus manos que llegue a dormir a la escuela. -sonrió, estaba dispuesto a molestarla un poco.

-- Por favor, ¿pues qué tanto haces que solo vas a la escuela a descansar? -colocó ambas manos en sus caderas.

-- Eres muy curiosa. Te lo diría, pero tú no eres muy abierta conmigo. -hizo énfasis a eso último. June sabía que se refería a los nervios que llevaba cargando desde las llamadas perdidas de su madre.