CAP 20

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UNA NOCHE DIFERENTE

(Parte I)

La oscuridad del cielo era abrasadora, algunos destellos azules se avistaban en el cielo mientras las gotas de agua humedecían todo a su paso y hacían ondear los árboles con rudeza.

Aunque iba cubierta con una enorme sudadera, el frío me congelaba hasta los huesos y me hacía pensar en lo mucho que me gustaría tener compañía, lastimosamente todos mis amigos tenían algo que hacer y mi única opción había sido sentarme bajo el umbral de la ventana a observar el pequeño pero hermoso caos que se formaba afuera.

A pesar de que mis ánimos estaban pasando por una crisis y no tenía idea de lo que la causaba como para poder mermarla, me hacía muy feliz pensar en que pronto llegarían mis padres. Con su ausencia la casa estaba sumida en una profunda melancolía, y a diario, cada hora que pasaba en ella me empezaba a cuestionar si en un futuro tendría la valentía de dejarlos para ir a cumplir mis sueños.

Por suerte tenía a Aslan, quién siempre llegaba en el momento justo a ponerle fin a mis pensamientos destructivos y a reemplazarlos con bellos recuerdos.

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Aslan💙: Pareces una persona egipcia adorando a la diosa Tefnut.

Sonreí, ya estaba acostumbrada a sus comentarios extraños y sacados de contexto.

Eila: ¿Solo porque me gusta la lluvia?

Aslan: No, por como la observas, hasta parece que das un viaje astral.

Mis ojos viajaron hasta el computador que reposaba al otro lado del umbral. A diferencia de mí, Aslan no se encontraba dentro de casa. Estaba tumbado en el verde pasto, a la luz de la luna, sosteniendo el celular frente a él.

Eila: Oh, alguien no se ha visto mientras observa el cielo.

Comenté divertida, pues había momentos en los que su mirada se perdía fuera del móvil y por su posición estaba segura que observaba el cielo. Cuando lo hacía sus ojos brillaban con algo que no sabía cómo identificar.

Aslan: Somos dos almas reencarnadas, supongo.

Eila: ¿Te imaginas que nos hayamos conocido en una vida pasada?

Aslan: Quiero creer que no fue así porque jamás me perdonaría haberte olvidado, pero si nos llegamos a conocer en el pasado y mi memoria dejó que lo hiciera, estoy feliz de haberte encontrado de nuevo.

Un silencio profundo nos envolvió al instante en que sus palabras dejaron sus labios. Aslan parecía absorto en sus pensamientos, tanto que ni siquiera miró la pantalla de su celular. Quise decir algo, pero las palabras se quedaron atoradas en mi garganta.

Yo tampoco me lo perdonaría —Pensé, pero no lo dije, y me arrepentí al segundó en que él continuó.

Aslan: Quizá por eso nos conectamos bien.

Eila: Pudimos haber sido hermanos.

Traté de bromear para normalizar mi pulso.

Aslan: O primos.

Eila: O amigos.

Aslan: O esposos...

Entonces no pude contenerme más.

Mi pecho se hinchó aumentando mi ritmo cardiaco, incluso creí sentir mi corazón derretirse. Busqué alguna señal en su rostro que me dejara en claro que aquello había sido una insinuación, pero no la encontré ya que su vista permaneció fija en el cielo.

Entre el cielo y tus brazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora