Capítulo 8. Te mentí

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Capítulo 8. Te mentí

Marshall:

Vuelvo a revisar mi celular mientras la clase continúa, pero no hay ninguna respuesta de Nino desde la última vez que nos vimos en el centro comercial. Ya han pasado cinco días desde entonces por lo que ya casi es fin de semana y no he querido acercarme a alguna de sus clases a pesar de que Marina me dijo cuales son todas las que toma, para darle espacio y el tiempo que necesite hasta que quiera hablarme.

Y sé que yo soy el que está esperando, pero todo este tiempo me está matando, el no saber de él me preocupa y además está el hecho de que literalmente pisoteo mis sentimientos al rechazarme en la cabina de fotos ese día.

Yo sólo fui sincero y quería que lo supiera porque así me nació en ese momento, pero si hay algo que pude notar en Nino ese día fue el miedo que había en sus ojos cuando le dije "Me gustas".

Es como si ya tuviera planeado rechazarme desde un principio, como si esa fuera la única opción y aunque no lo dije en el momento, me enoja que diga que no es alguien bueno para mí, ¿Qué es lo que no me ha dicho como para decir eso?, y ¿Por qué me dijo que él no podía gustarme?, yo creí que le gustaba también, pensé que estábamos conectados pero creo que al final no era así, ¡Porque lo único que ahora quiero es olvidar que en algún momento me enamoré de un chico que no quiere ni siquiera saber cómo me encuentro!

—¡Marshall! —me grita Mateo trayendo la atención del salón—. Estás pasándote de agua para la masa —miro el bol y tiene razón, de hecho creo que voy a tener que iniciar de nuevo.

Suspiro. No es mi mejor día, de hecho toda la semana ha sido una mierda que no termina, pero sin duda lo que más quiero es que... no duela así de tanto.

Quisiera no pensar siempre en él.

El resto de la clase continúa de manera normal mientras seguimos preparando y decorando y aunque el postre termina bien, mi estado de ánimo no puede decir lo mismo.

—Iré a entrenar, nos vemos —se despide Mateo y me quedo sentado en mi lugar hasta que todos los demás, incluyendo a la profesora, salen del salón.

Saco mi celular y me tiento a marcar el número de Nino, y es que sé que podría estar ocupado, pero me preocupo por él y además quiero escuchar su voz... ¡No!, no soy un desesperado, tengo que ser paciente y esperar hasta que él llame.

Levanto mi puño en el aire asintiendo a mi pensamiento y cuando escucho que tocan la puerta mi vista se dirige hacia ella sólo para abrir los ojos y darme cuenta de que se trata de Nino quien se encuentra aquí.

—¿Podemos hablar? —dice, y aunque está lejos puedo escucharlo a la perfección.

Intento levantarme pero me detengo de golpe, porque no quiero parecer desesperado, pero al mismo tiempo quiero hacerlo, muy en el fondo quiero saber cómo ha estado estos días.

—Supongo que no —baja la mirada—. Volveré en otro...

—¡No, está bien! —me levanto de mi asiento tomando mi mochila colgándola de mi hombro y caminando hacia Nino, quien no retrocede o se echa a correr. Me espera firme.

***

Nino y yo caminamos por el campus de la universidad mientras el cielo comienza a despejarse después de haber llovido un buen rato. Ambos nos tomamos nuestra distancia y con forme más nos alejamos del edificio de repostería y pastelería el ambiente se vuelve menos tenso cuando nos miramos.

—Creí que no querrías hacerlo... debo sonar como un estúpido —levanta la mirada y me da una sonrisa de lado—. Yo... quería saber cómo habías estado estos días.

Dulce como el pastel [BL - Cakeverse] © (Resubiendo) ✔Where stories live. Discover now