Capítulo 1

907 100 82
                                    

Si algo caracterizaba a KyungSoo era su jodida persistencia y su determinación del diablo.

Había comenzado a desarrollarlas cuando era joven y su padre -alcohólico y con tendencias violentas- le dijo que no sería nadie en la vida. Que no era precisamente listo y que buscara alguna mierda de trabajo porque ninguna universidad lo aceptaría por su mediocridad.

Obviamente KyungSoo le dio una patada en el culo. Consiguió un trabajo de medio tiempo para evitar escuchar sus quejas y se esforzó el doble en la secundaria. Estudió día y noche, trabajó más que nadie en su curso y se mantuvo en el primer lugar de la clase por años.

Estuvo en el cuadro de honor y, al realizar el examen de ingreso a la universidad, fue aceptado no solo por la Universidad Nacional de Seúl, sino también por unas cuantas universidades más que estaban dispuestas a recibirlo con los brazos abiertos. Por supuesto, él eligió la mejor.

Obtuvo una beca que supo aprovechar al máximo y se fue de casa después de darle a su padre una copia de la carta de aceptación de la universidad.

Y a partir de entonces había vivido con BaekHyun, su mejor amigo. Estudiaron carreras diferentes, así que no estaban viéndose todo el tiempo; de todas formas, la compañía conocida fue reconfortante cuando solo eran ellos dos.

Se graduó después de algunos años de esfuerzo constante y trabajos mediocres que a duras penas pagaban las cuentas y, nuevamente, KyungSoo se mantuvo en la cima con un promedio impecable. Era un prospecto prometedor que comenzaba a llamar al éxito por su propia cuenta -para alguien que no tenía tantos recursos ni provenía de una familia de renombre, eso era bastante impresionante-.

Pero tal vez debió pensar que no todo sería tan fácil. Por supuesto, era talentoso, pero no tenía contactos y era difícil conseguir un buen puesto de trabajo en esas circunstancias.

La realidad laboral después de graduarse lo golpeó con fuerza.

Maldita sea.

Así pues, cinco meses más tarde, KyungSoo aún se encontraba barriendo los pisos de la misma tienda veinticuatro horas que lo había acogido desde sus días de estudiante universitario.

Llegó a casa cuando BaekHyun estaba sirviendo la cena y se desplomó en su lugar con cansancio. BaekHyun le echó un vistazo de reojo y una pequeña sonrisa divertida se coló en sus labios.

ㅡ¿Harto?

ㅡTanto que tengo hambre. ¿El trabajo?

ㅡTan jodido como siempre. Park no es precisamente amable con los nuevos. ¿Los currículums?

ㅡEntregados. Aún no llaman.

ㅡQué mierda.

ㅡSí, gran mierda.

BaekHyun llenó su tazón con una buena cantidad de arroz y verduras, los frijoles a un lado y una tetera llena con té verde. Se sentó junto a él y comenzaron a comer en silencio.

KyungSoo no pensó demasiado mientras se alimentaba. Simplemente se hizo una nota mental de reabastercerse con el kimchi del supermercado, que podría comprar una bolsa de café colombiano porque el que había comprado BaekHyun sabía a tierra y que se acostaría todo el día en su día libre.

Sintiéndose bien con este último pensamiento, y permitiendo que la pereza lo llenara ligeramente, sus hombros se aflojaron y pudo disfrutar realmente de la comida -a pesar de haber sido cocinada por BaekHyun, lo que decía mucho-. Fue por eso: por la calma y la satisfacción de tener una comida agradable después de un día agotador, que no se inmutó demasiado cuando BaekHyun lo llamó repentinamente, aún sabiendo que él odiaba ser interrumpido mientras comía.

I: Tan solo un poco obstinadoWhere stories live. Discover now