Memorias desde el sótano

1- Libérame

2010

Los Angeles, California

Las noches de calor son de las cosas que más detesta. No sólo porque sufre de baja presión, no sólo porque salir a tocar en esas condiciones se vuelve casi insoportable, sino, principalmente, porque lo obligan a estar encerrado en el hotel y éso, éso es lo peor que le puede pasar.

Y ahora, el maldito calor sofocante lo envuelve con recuerdos que preferiría poder ahogar para siempre

Sabe que debería salir del hotel, ir de paseo, llamar a su esposa, pagarle a una puta, charlar con Duff, o buscar cualquier otra alternativa a esos recuerdos dolorosos.

Tener tiempo libre para pensar es, exactamente, contra lo que ha estado luchando hace tanto tiempo. Desde 1996, particularmente.

Esa maldita fecha en la que le dijo adiós definitivamente a Axl, fue también el momento en que le dijo adiós a una parte de su corazón.

Y aunque ama a su esposa, el primer gran amor es demasiado difícil de olvidar. Sobre todo, si el puto hotel en el que te estás alojando, es uno donde solías concurrir con él.

Axl, maldito Axl. Siendo siempre el Rey que todo lo comanda. Siendo siempre el que tiene la última palabra. Siendo siempre el maldito fantasma que nunca deja de volver por su presa favorita.

-Slash. Slashhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.

Se da cuenta abruptamente de que hace minutos, alguien llamó a la puerta de su habitación. Esa voz es la de Duff, su gran confidente.

. -Disculpa, estaba distraído.

-Vaya novedad. Hace unos diez minutos que estoy golpeando la puerta, Slash. Ya es hora de ir a dar el show.

-Ok.

-¿Qué te tiene tan distraído?.

-Recuerdos, amigo. Sólo malditos recuerdos...

Recuerdos que llevan un rostro