HOUSE OF BLACK || Theodore Nott fanfic!
"Ser una Black digna de su apellido".
Madelyn siempre había tenido esos pensamientos, especialmente al recordar que su padre, Sirius Black, traicionó el legado familiar al irse a los Potter.
Detrás del árbol...
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CAPÍTULO SEIS «Clases con Snape»
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Durante los siguientes días, la sombra de Sirius Black se cernió sobre Hogwarts, un manto de incertidumbre y temor que envolvía a cada estudiante. Madelyn sentía el peso de las miradas, las preguntas susurradas que la seguían como ecos persistentes.
¿Sabrá Madelyn dónde se esconde Sirius?, ¿Acaso lo ayudó a entrar al castillo?
La acusación implícita la hería más que cualquier palabra explícita. ¿Cómo podrían siquiera sugerir que ella los traicionaría? La idea era absurda, pero el veneno de la duda ya había comenzado a corroer su confianza.
Caminó hacia el aula de Defensa Contra las Artes Oscuras, sintiendo el peso de cada paso como una carga adicional. El aula estaba casi vacía, su padrino Remus aún no había llegado. Avanzó entre los pupitres, buscando refugio en la familiaridad de su grupo. Se dejó caer en el asiento junto a Theodore, sintiendo el cansancio acumulado en sus huesos como una pesada armadura.
—¿Estás bien? No fuiste a la primera clase —preguntó Theodore, con una preocupación genuina en su voz, sus ojos grises escrutando el rostro pálido de Madelyn.
—No dormí bien —murmuró Madelyn, recostando la mejilla en la fría superficie de la mesa, cerrando los ojos con cansancio—. Me quedé dormida cuando ya amaneció.
—Deberías haber venido a mi habitación si no podías dormir —dijo Theodore, acariciando suavemente su cabello, un gesto reconfortante en medio de la tensión—. Tienes unas ojeras enormes, Lyn. Deberías descansar.
—Cissy me va a regañar cuando me vea —dijo Madelyn, haciendo un mohín, una pequeña sonrisa asomando en sus labios—. Siempre me dice que debo dormir bien, que no le gusta verme con ojeras.
—Pues yo te digo lo mismo. —sonrió Theodore, tratando de aligerar el ambiente, aunque la preocupación seguía presente en sus ojos.
Draco se giró en su asiento, con las cejas alzadas, observando a Madelyn con curiosidad, como si tratara de descifrar un enigma.
