Miraculous | Romance Dawn [🍔]:

1.⅗ [Subestimado (🌧️)]

Por extraño que suene, era un día común y corriente en la preparatoria Françoise Dupont, no su versión de "normal" distorsionada por las mariposas corruptas de Hawk Moth, ¡Era normal-normal!

En fin, él modelo adolescente favorito de París entró con una pequeña sonrisa a su salón, que se esfumó al ver a las "viejas chismosas" rodeando a Marinette, intentando sonsacarle a la azabache los "detalles jugosos" de su última cita con el guitarrista hippie.

—(¿Por qué me molesta tanto? Luka es una buena persona y hace feliz a Marinette, ¡Eso es lo único que importa!) Y si le hace daño, la estirpe Couffaine se acaba...

—Bro, ¿Qué haces ahí parado? —Nino se colgó del cuello de su rubio compañero y le puso su gorra. —¿Otra vez admirando a la belleza de cabello oscuro?

Él rubio rodó las esmeraldas que tenía por ojos fastidiado. —(Nunca le volveré a decir nada... bueno, lo fastidiare un poco) ¿Oscuro? Tendré que revisarme la vista, estoy seguro de que Alya es pelirroja.

—¿Te crees muy listo, eh? —Con una vena palpitando en su frente, Nino le hizo una llave al cuello y le revolvió el cabello.

Las clases no tardaron en empezar y ser interrumpidas por el nostálgicamente fastidioso tintineo de sus teléfonos, un suspiro colectivo se apodero del aula. Mucho había durado la calma, casi un mes, casi.

Ni bien empezó la evacuación, el dúo dinámico encontró la forma de escabullirse e ir a la escena del crimen. Para sorpresa de ambos, se encontraron muy rápido, antes de que pudieran cuestionar al otro, escucharon un trueno a la lejanía. Al levantar la mirada, vieron como nubes de tormenta cubrían el (hace unos segundos) cielo azul.

Los zafiros de la heroína de la creación se centraron en un edificio particular, uno que no le traía muy buenos recuerdos. Al ver lo que su compañera veía y la expresión que cargaba, Chat Noir supo que era hora de desempolvar su repertorio de chistes.

—Stormy Weather 2, ¡La venganza! —Él rubio vestido de negro hizo el ademán de una explosión al lado de su compañera, ella lo miró aburrida y saltó del tejado. Al verla alejarse, una pesadez muy familiar se instaló en su pecho. —... eso dolió menos de lo usual...

Él héroe entallado en cuero se encogió de hombros y siguió a su compañera, sus orejas felinas se movieron cual antena, escaneando la zona, atento a cualquier sorpresa que sus enemigos tuvieran preparada.

Eso fue lo único que los salvo del enorme relámpago que les cayó encima.

Chat Noir apretó los dientes y tacleo a la chica, antes de que Ladybug pudiera regañarlo, escuchó el relámpago chocar con el asfalto.

La azabache estuvo estupefacta por exactamente 7 segundos, luego (con su visión periférica) vio un enorme trozo de granizo apunto de caerles encima. A toda velocidad, sacó su yoyo, lo enrolló en una cornisa y tomó a su compañero de la cola, esquivando por muy poco el ataque.

Ese no fue el final del asedio climático, vientos helados, relámpagos y pequeños tornados, no estaban ni cerca de acercarse a la torre Montparnasse.

—¡Ladybug, esto no está yendo a ningún lado! —Al escuchar un crepitar a la distancia, lanzó su bastón, enterrándolo en el pavimento a varios metros, el relámpago se desvío por unos pocos centímetros.

La azabache apretó los dientes molesta, odiaba tener que darle la razón a ese gato bobo (algo que, para su desgracia, ocurría mucho desde el incidente de Miracle Queen), pero era cierto, no estaban ni cerca de la torre.

—(¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué hago? Piensa Marinette, ¡Piensa! Tiene que haber una solución que no veo...) A la mierda, necesito una pista, ¡Amuleto encantado! —Al invocar su habilidad, su yoyo se elevó, abriéndose y dejando salir cientos de mariquitas, que se esfumaron al caerles un rayo, la ojiazul solo se salvó porque Chat Noir volvió a taclearla. —¡¿Eso es siquiera posible?!