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Evolución

Hace miles de años, en lo profundo del espacio, un planeta peculiar se comenzó a formar. Tan peculiar era, que en lugar de tener una superficie uniforme de agua o tierra, este planeta estaba compuesto en un 90% de tierra y solo un 10% de agua. Como resultado, el planeta era un lugar salvaje y peligroso, donde las criaturas luchaban diariamente para sobrevivir en un espacio con pocos recursos.

La vida en este planeta se encontraba en un comienzo en sus formas más simples: bacterias y microorganismos flotaban en el aire y en el agua, luchando por el control del planeta. Con el paso de los millones de años, la evolución en el planeta comenzó a cambiar radicalmente. La presión evolutiva fuera del común que se presentaba en el planeta, reveló la verdadera carnicería que era la supervivencia aquí.

En las tierras del planeta, las criaturas más grandes y feroces nacieron para poder enfrentarse a las adversidades del ambiente. La falta de agua significaba que los animales debían ser extremadamente eficientes en la utilización de los pocos recursos disponibles. Los más rápidos y violentos se apoderaron de las mejores presas, mientras que los más débiles luchaban por el recuerdo de la sobrevivencia.

En el agua, las cosas también estaban cambiando. Los seres que llamaban hogar al agua aprendían a vivir con velocidades y técnicas que desafiaban la imaginación. Algunos seres aletargados en la superficie debían ser más astutos para evitar ser presas de los depredadores. Las criaturas deberían abrirse camino a través del agua a velocidades increíbles o soportar las presiones extremas del submundo en busca de comida y sustento.

El planeta se estaba convirtiendo en un lugar cada vez más increíble, con formas de vida que evolucionan rápidamente. Los más fuertes sobrevivían y los débiles no lo hacían. Pero, en el fondo, algo más allá de la selección natural se estaba desarrollando. El planeta se estaba adaptando por sí solo.

Los ecosistemas de la tierra cambiaron muy lentamente, a medida que las criaturas evolucionaron y encontraron nuevas e innovadoras formas de sobrevivir. Las especies se bifurcaron en ramas distintas de la biología, adaptándose a diferentes nichos y trayendo una complejidad sorprendente al eco-sistema.

A pesar de todas las luchas que transcurrieron, el planeta se convirtió en un lugar maravilloso. El agua y la tierra vivían en un equilibrio perfecto alrededor del planeta en una danza fluida y calma. Las criaturas evolucionaron para desafiar la imaginación y más aún, eran diversas, con intereses y nichos diferentes.

La Naturaleza había luchado por cortar la vida en el planeta, pero la creatividad de los seres que seguían luchando era aún más poderosa. Y así, en ella dio lugar, un lugar maravilloso que siempre había sido salvaje, pero que se había convertido en un hogar increíblemente diverso y complejo.