Lentes & Dentadura

Día 1

Permíteme presentarme: soy Leticia, y me encuentro en un momento trascendental de mi vida. Soy una joven de estatura baja, con una melena oscura que fluye en suaves ondas sobre mis hombros. Mis ojos, profundos y misteriosos, reflejan un color parecido al del chocolate más exquisito. Pero, a pesar de estas características, siempre he sentido que mis lentes y mi dentadura ligeramente torcida han eclipsado mi apariencia. En mi antigua escuela, estos rasgos se convirtieron en mi firma, atrayendo burlas crueles y apodos hirientes, como "la chica de los anteojos".

Hoy fue mi primer día en esta nueva institución educativa, y las mariposas en mi estómago eran tan tangibles como la emoción en una melodía. Este cambio representa una oportunidad para la reinvención, para abrazar mi singularidad y comenzar de nuevo. No deseo que las inseguridades del pasado sigan nublando mi presente. Aunque sigo siendo esa chica morena de cabello largo y anteojos, estoy decidida a abordar este nuevo capítulo con una perspectiva diferente.

Mi estrategia para ocultar mi dentadura torcida consiste en hablar lo menos posible en público y, cuando la situación lo requiere, cubrir mi boca con gracia y sutileza. Adopto una actitud reservada para evitar acaparar la atención no deseada, consciente de que esta fachada es una solución temporal.

La clase de arte de hoy me presentó un desafío inesperado. El profesor nos instó a presentarnos ante la clase, una perspectiva que me llenó de temor. Sentí un nudo en la garganta mientras mis compañeros se presentaban uno tras otro, y supe que mi turno se acercaba inexorablemente.

Justo cuando pensé que no podría evitarlo, tuve una idea. Fingí una ligera afonía y argumenté que cualquier intento de hablar me resultaría doloroso en ese momento. El profesor, comprensivo, aceptó mi explicación y me permitió presentarme por escrito. Un suspiro de alivio recorrió mi cuerpo, y agradecí internamente el giro afortunado que me había librado de una situación incómoda.

A pesar de todo, tengo la esperanza de que esta nueva escuela sea un lugar donde encuentre amistades genuinas y donde se valore más el contenido de mi ser que mi apariencia externa. Aquí, en estas páginas, compartiré mis pensamientos, emociones y experiencias a medida que navego por este viaje de autodescubrimiento y aceptación. ¿Quién sabe? Tal vez en esta etapa de mi vida descubra la belleza en la autenticidad y la sencillez mientras enfrento la complejidad de la adolescencia.