Capítulo 1

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“Esto debía ser una broma”

Pensó la chica mirando la nieve que caía sin parar, pareciendo una tormenta de nieve. No podía ver nada aparte de sus “manos” y cuerpo...a medias, ya que los “pies” se perdían en la espesa nevada.

“Sip, definitivamente debía serlo...O eso quería creer”

Ya no estaba segura de si su vida llegaría a ser normal en algún punto, y esto demostraba que los kamis nunca pararían de ponerla en malas situaciones.

Higurashi Kagome, nombre dado por su madre Naomi al nacer por un destello en el pecho que la hizo pensar en tal nombre “bendito”.

Con el tiempo se dió cuenta de que era más una maldición dada desde su nacimiento hasta ese momento, donde solo veía blanco a su alrededor.

No diría que todo fue malo. Tuvo en sus viajes al Sengoku grandes amistades. Pero no todo era perfecto y se hizo igual o más de enemigos.

Las aventuras, aunque tenían su punto divertido, eran peligrosas y aterradoras. Aunque la hicieron más fuerte y sabia, eso no quería decir que disfrutara de ellas en su totalidad: Dai-youkais, Youkais, hanyous obsesionados con poder ser un youkai completo (hablando de Naraku e Inuyasha por igual), traídos de vuelta del infierno, humanos malvados sedientos de poder y lujuria, secuestros, sacrificios, llamadas a la puerta de la muerte...No era muy divertido que digamos.

También estaban las lágrimas derramadas por su primer amor, Inuyasha...

Inuyasha, aquel hanyou que amó más que todo en el mundo, el cual eligió a su encarnación aún si estaba echa de barro y huesos. Aunque le hería, admiraba el amor tan leal que le tenía Inuyasha a Kikyo. Pero le dolía que igual la tomara como un juego y la siguiera tratando como si quisiera algo con ella.

Paró, con el dolor en el alma, los sentimientos por este, mostrándose como una simple amiga, y con el tiempo se dió cuenta que Inuyasha era un odioso, leal y no tan confiable amigo, al menos, no podía confiar que la elegiría sobre Kikyo, tenía que valerse por sí misma.

Apenas semanas donde cerró sus sentimientos, ya estaba cuestionándose desde una vista más madura ¿qué le había visto al hanyou? Pero solo sonrió a su primer amor, después de todo, estaban bien así.

La batalla contra Naraku concluyó en victoria, y también en su repentino desvanecimiento, oyendo de último los llamados preocupados de sus compañeros.

Lloró...no podía ver más a los amigos que tanto quería y amaba, con los que compartió aventuras, batallas y momentos memorables...Ya no podía volver.

Calló en un momento de tristeza, pero a los días se dijo así misma que eso no arreglaría nada, y que no podía preocupar a sus familiares. Debía vivir su vida aprovechando que aún era joven, y apaciguando su tristeza con que el pozo en algún momento se iba a abrir, trató de dar lo mejor de sí.

Miró su teléfono y vió con ojos sorprendidos la cantidad de llamadas y mensajes que tenía sin contestar de sus amigas.

Se decidió al fin hablar con ellas y poco a poco el tiempo fue pasando donde su vida volvió a ser la misma de antes, normal.

Tuvo que estudiar el doble y hacer los exámenes que no pudo por sus “enfermedades”, y sacó, no las mejores notas, pero se sintió bien consigo misma por aprobar todo.

Pero por supuesto no podía faltar la mala costumbre de cada vez que salía del examen maldecir a Inuyasha por no dejarle tiempo para sus estudios.

Abril comenzó, y el cerezo de su escuela como siempre le daba la bienvenida. Comenzaba su primer año de Bachillerato, un mes y medio después de la derrota de Naraku.

Thundercats! HO!!!Where stories live. Discover now