I: S3X & C#M

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Desde que Chaewon llegó a la preparatoria Source, ha destacado por sus altas notas e increíble inteligencia, sin mencionar que el pequeño y estereotipado cuerpo de muñeca que posee (incluyendo su esculpido rostro), la hicieron subir rápidamente a la punta más alta de la pirámide social dentro de los alumnos. Esto no solo la hizo ser muy conocida, y siempre andar junto a los más populares y respetados de su escuela, sino que en varias situaciones también le provocó conflictos y con el pasar de los años se fue ganando uno que otro enemigo. Porque por supuesto, ser popular tenía sus ventajas y desventajas, como cada cosa en la vida.

Aquí es donde entra Huh Yunjin, la famosa deportista de Source. Igual de conocida que Chaewon, con la gran diferencia de que la pelinaranja era un imán para chicas por su estilo lanzado hacia lo masculino y Chaewon, por lo general, era carnada para los chicos.

Siempre estuvieron con sus peleas innecesarias, de aquí para allá. Competían por notas, trabajos, deportes, etc. Era como una rutina entre ellas comenzar a discutir por lo que sea, solo para molestarse.

Pero aquel día era uno de los últimos antes de salir de vacaciones y próximamente entrar a su primer año de universidad, por lo que, al menos Chaewon, deseaba finalizar con su rivalidad y acabar en paz con la chica con quien compartió tantos años de experiencia, aunque no haya sido la mejor. Chaewon quería largarse de Source sin nada que le hiciera peso en los hombros para poder partir una vida de adulto tranquila, sin más estupideces y cosas infantiles. Quería un cierre de ciclo y estaba segura que la única que podría dárselo era Yunjin.

Con esa idea en mente, la pelinegra fue a buscarla a los camerinos, donde generalmente se encontraba.

La había visto jugar su partido de fútbol americano, el último que jugaría en la escuela, y debía de admitir que aunque fuese algo idiota, la muchacha era una muy atractiva jugadora. Hombros anchos, pero sin llegar a ser robustos, manos grandes, uno setenta y pico de altura, cara bonita... Definitivamente si no hubiesen sido enemigas, Chaewon la hubiese querido en su cama.

—¿Huh? —preguntó, entrando al camarín de mujeres.

Los espejos estaban algo empañados y no presenció ningún alma allí dentro.

—¿Qué pasa? —apareció sorpresivamente, secando su cabello anaranjado con la toalla. Llevaba la playera de su equipo, solo que sin las hombreras, y había cambiado sus shorts del uniforme por un pantalón gris de buzo. Su mirada engreída recorrió todo el cuerpo de la más pequeña sin descuido alguno—. ¿Vienes por un autógrafo, Kim? —dijo burlesca, acercándose a ella.

Chaewon rodó los ojos.

—No, linda, venía por otra cosa.

—¿Y eso sería...? —sus ojos de intriga divirtieron a la mayor.

—Un tratado de paz.

—¿Tratado de paz? ¿A qué mierda te refieres, enanita?

—A que en esta última semana de clases que nos queda dejemos de molestarnos y tratarnos mal, ya estamos grandes para eso. Además, no nos veremos nunca luego del viernes, ¿cuál es la necesidad de terminar así?

La americana rió.

—¿Así que quieres que te trate bien?

—No, idiota, solo que dejemos atrás nuestros problemas.

—Mmhh —movió su boca pensativa mientras su cuerpo se acercaba más al de Chaewon, tanto que terminó agachándose unos centímetros para hablarle sobre la oreja—. No, no hay trato.

Un escalofrío le recorrió la espalda y casi se deja ganar por un tiritón.

—Ugh, eres insoportable —le golpeó el pecho, intentando disimular la debilidad que sintió por unos segundos—. Ándate a la mierda, yo solo venía a ser madura, pero veo que no es lo tuyo —se separó unos pasos, caminando hasta el espejo para sacar su lápiz labial y delinear sus belfos—. Idiota.

S3X & C#M | PurinzWhere stories live. Discover now