Jamil Viper, un estudiante serio, encuentra en la cafetería su único refugio durante el tumultuoso día escolar. Gracias a la indulgencia de Kalim Al-Asim, Jamil ha obtenido un breve respiro durante la hora del almuerzo para relajarse y alejarse del...
Jamil se despertó en su dormitorio, y al abrir lentamente los ojos, se encontró con la luz del amanecer que se filtraba por la ventana. Estiró sus brazos y se estiró en la cama mientras bostezaba. Era un día especial, su cumpleaños, aunque por un momento, olvidó por completo.
Antes de que pudiera siquiera procesar la fecha, la puerta de su habitación se abrió de golpe, y Kalim, con su característico entusiasmo, entró en la habitación.
"¡Feliz cumpleaños, Jamil!" Exclamó Kalim alegremente, haciendo que Jamil se sobresaltara ligeramente, "¡Es un día especial, y vamos a asegurarnos de que sea absolutamente maravilloso!"
Jamil sonrió con cariño ante la efusividad de Kalim. Aunque a veces los modos del albino podían ser un poco abrumadores, sabía que venían de un lugar genuino de cariño y amistad.
"Gracias, Kalim" Respondió Jamil, luchando por despertarse por completo, "¿Qué estás haciendo aquí tan temprano?"
Kalim se rió alegremente y se acercó a la cama de Jamil, "¡Nada menos que prepararte para el mejor cumpleaños de tu vida! ¡Hoy es tu día, amigo mío!"
Jamil se sentó en la cama, todavía un poco aturdido por la sorpresa matutina, "Kalim, ¿qué estás tramando?"
El heredero le lanzó una mirada traviesa, "¡No es un truco, te lo prometo! Estamos organizando una sorpresa para ti, pero no puedo decirte más. ¡Espera y verás!"
A pesar de su curiosidad, Jamil sabía que era inútil intentar sonsacar más información de Kalim en ese momento. Se levantó de la cama y comenzó a arreglarse para el día, sabiendo que su cumpleaños sería todo menos común.
Mientras se preparaba para comenzar su día de cumpleaños, Jamil se sintió agradecido por tener a alguien como Kalim en su vida, alguien que podía traer tanta alegría y emoción a los momentos especiales. Estaba ansioso por descubrir qué sorpresas le tenía preparadas su amigo, incluso si eso significaba soportar su entusiasmo sin fin durante todo el día.
Al salir de la habitación, los demás miembros del dormitorio se acercaron a felicitarlo genuinamente.
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Al llegar a la escuela, Jamil fue recibido con una sorprendente cantidad de felicitaciones. Azul, que siempre destacaba por su elegancia y formalidad, se acercó a él con una sonrisa educada.
"¡Feliz cumpleaños, Jamil! Espero que hoy sea un día excepcional para ti, lleno de éxitos y alegrías." Después de estas palabras, el pulpo sacó una pequeña caja, la cual tenía una hermosa pulsera de corales en su interior.
Para Azul, Jamil era un hermoso coral.
Jamil se sintió profundamente agradecido, pero no quería demostrarle a Azul que estaba logrando lo que tanto quería, así que se contuvo un poco. Sin embargo, su sonrisa no podía ser escondida, "Gracias, Azul. Aprecio demasiado el detalle, también aprecio tus palabras. De verdad, muchas gracias."
