Capítulo 15

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Michelle Duvessa.

Luego del desastre me llevaron a mi habitación asignada pero mis amigas y Amadeo estaban tratando de conseguir mis disculpas estaba tan enfadada que opte solo por el silencio y comencé a mirar la habitación, era amplia y sus paredes eran de color blanco con toques dorados y tenía una cama tan grande en la que probablemente podrían dormir 4 personas.

Ellos seguían ahí, yo solamente queria privacidad aún no me habia cambiado pero no me impidio inspeccionar lo que traia puesto cada uno, Clarisse tenía un vestido largo de color rosa y tan brillante que me ardían los ojos, Ada vestía un vestido corto color blanco que hacía contraste con su piel morena, Alessandra un vestido azul oscuro corto y por último mi hermano tenía una camiseta blanca y jeans negros, Amadeo no era el mejor vistiéndose para ir a restaurantes caros.

—Lo lamentamos mucho, cariño —mumuró la rubia.

—No pensáramos que fuera tan grave —expresó mi hermano.

Patético.

—Vamos Michelle no seas amargada, ya te hemos pedido todas las disculpas posibles —declaró Ada acercándose a mi lado pero la ignoré.

—Vamos chicos, ella tiene que descansar —susurró Alessandra saliendo de la habitación.

Todos la siguieron y me dedicaron una sonrisa triste pero Clarisse fue la única que no salió. Comenzó a caminar por la habitación supongo que estaba pensado una buena excusa para motivarme a ir pero no dije ni una sola palabra.

—Lo siento por enésima vez, Michelle —se sentó a mi lado—. No quería que la pasarás mal, te invite y era mi responsabilidad estar contigo, fui una tonta en dejarte sola en medio de la nada.

No dije nada y ella de repente me abrazó tan fuerte que me quitó el aire.

—No te voy a soltar hasta que me disculpes —reveló.

No iba a dejar que se perdiera esa prestigiosa cena solo por estar conmigo. Así que tome la decisión aunque dejara mi orgullo y dignidad bajo tierra.

—Bien, te disculpo Clarisse —hablé después de tanto tiempo.

Escuché un chillido la rubia se deshizo del abrazo y comenzó a aplaudir alegremente.
Se levantó de la cama para salir pero se detuvo en el portal de la puerta.

—Puedes bañarte y arreglarte, si quieres —anunció alegremente—. ¿Segura que no quieres ir?

—Gracias, pero solo quiero dormir —susurré.

—Bien, lo dejaré pasar pero si cambias de opinión de llamas.

—De acuerdo —informé y salió de la habitación.

Me levanté rápidamente y cerré la puerta me di una larga ducha. Luego, comencé a colocarme el pillama, iba a cepillarme los dientes cuando sonó mi teléfono y era papá, conteste inmediatamente pero jamás le daba a decir lo que sucedió con Thomas era malo mentir pero si se lo decía me iba a matar junto con mamá.

—Hola papá —finjí emoción en mi voz.

—¿Cómo te fue en el viaje, amor? —su voz sonaba preocupada.

—Estuvo bien, a pesar de ser tan repentino.

—Recuerda el medicamento que te receto la doctora —volteé los ojos—. Por favor no bebas.

Suspiré, desde que tengo memoria papá siempre ha sido muy sobreprotector, de no haber sido por mamá no estaríamos aquí ella hizo lo posible para convencerlo. Y aún así yo no quería venir.

El deseo de amar para siempre. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora