you like that, hah?

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Felix era muy tierno y amable, conocido mayormente por ser el solecito sonriente, prácticamente el ángel de Stray Kids, pero justo ahora no estaba sonriendo ni siendo amable, oh no, era lo contrario, su ceño estaba fruncido, furioso de ver cómo Hyunjin abrazaba, de forma muy cariñosa, a Jeongin, su Jeongin.

Bufó molesto, era muy clara la forma en la que Hyunjin miraba a su Jeongin, sabía muy bien que le estaba coqueteando pero Jeongin no hacía nada, y eso era lo que más le molestaba. Estaba muy seguro de que todos en la habitación habían notado la forma en la que Hwang se le acercaba a su innie y simplemente se reían. Él sabía que ninguno estaba al tanto de su relación con el menor de todos, por lo que se despidió diciendo que se sentía mal, excusando la forma por la que se había comportado los últimos momentos.

Había llegado a casa sumamente molesto y su cabeza no daba de dar vueltas en lo que hacía su innie con el meloso de Hwang. En su cabeza se ingenió un grandioso plan, debía admitir que se vería muy tóxico y celopata de su parte, pero Felix no quería que nadie se acercara a su innie, era suyo.

Se despojó de sus ropas, buscando entre cajones su consolador de vidrio con un leve color rosáceo, su anillo y un bote de vaselina. Colocó el anillo en su falo, logrando sacarle un gemido por como le apretaba, una erección creciente por haberse tocado con suavidad. Colocó lubricante entre sus dedos y agregó un poco más en su consolador, metió dos de sus dedos para suavizar la entrada de su juguete y con su otra mano, busco el celular que había dejado en la cama.

Empezó a grabarse, metiendo aquél juguete de vidrio, gimiendo mientras fingía embestidas con aquél placentero artefacto. Hizo un paro abrupto sólo para enviar el vídeo a su chico con un “espero que te estés divirtiendo con Hyunjin, yo me estoy divirtiendo solo, y no sabes cuánto.” Luego, simplemente, tiró su celular a algún lugar de la cama, continuando su dulce vaivén.

Soltó una sonrisa cuándo su celular empezó a sonar, pero no hizo nada más que seguir jugando con su agujero, masturbando su verga con algo de rapidez, sintiendo como se estimulaba el mismo, pero no era lo mismo, Felix quería que fuera su chico el que lo colocara de esa forma, boca abajo, elevando su culito sólo para Jeongin. Mierda, se ponía duro y su agujero se apretaba sólo de pensarlo, necesitaba que su chico lo jodiera tan  mal.

El tiempo para él había pasado de forma tan lenta, aún no lograba llegar a su orgasmo y ansiaba mucho hacerlo. Su pene estaba de un color rojizo por el tiempo que había pasado masturbándose de forma dura, su agujero pidiendo a gritos que fuera su amado Jeonginnie y no aquél artefacto. Sus ojitos estaban cerrados, imaginando que era su chico el que hacía el trabajo de follarlo.

Abrió con fuerza sus ojos cuándo sintió unas manos en su culo, masajeando suavemente y paseándose por dónde quisiese, aterrizando en sus muslos. Jeongin estaba sudado, había corrido para llegar a la casa que tenía con los chicos y no le importó en absoluto dejar a Hyunjin algo confundido por su escapada, le importa más Felix, su hermoso cuerpo que al fin estaba frente suyo y se dejó ser.

—¿Te gusta eso, huh?—habló, su voz ronca y jadeante.

Felix gimió en respuesta, algo cohibido por la forma en la que Jeongin le hablaba, sus manos dejaron de moverse y solo estaba enfocado en su pelinegro.

—Cuando te haga una pregunta, debes responder.

El menor tomó al rubio en brazos, volteando su cuerpo de forma que quedará boca arriba. En un movimiento rápido, empezó a masturbar a Felix, sacando aquél consolador y metiendo en cambio dos de sus largos dedos, robándole un suave gemido al rubio, que, ahora, movía sus caderas en busca de más.

Había olvidado por completo la pregunta del menor, estaba más concentrado en cómo sus dedos salían y entraban de forma fuerte, dejando su mente en un estado de éxtasis. Maldición, amaba la forma en la que su mano se paseaba por su miembro sin llegar a masturbarlo y sus dedos entraban sin parar, rápidamente llegó a su orgasmo con leves espasmos.

—Eres un maldito celoso que no obedece, debería darte vergüenza la forma en la que estás.—dijo con voz dura el pelinegro, desabrochando su pantalón para masturbar su miembro.

—Jeongin…

—Cállate, mierda.

El pelinegro estaba siendo duro con Felix y aún más luego de la escena que había hecho, pero maldición, el rubio estaba encantando por la faceta que acababa de descubrir de su novio.

Jeongin lo sentó en la cama, parándose frente suyo mientras se masturbaba con rapidez y Felix abría su boca, queriendo tragar todo como el buen chico que era, y Jeongin se lo iba a dar porque amaba consentir a su hyung.

El mayor tomó el atrevimiento de chupar su pene, mirando fijamente a Jeongin en el proceso y deleitándose por cómo tragaba, sus suspiros, aquellos murmullos sin sentidos y cómo luego de un rato, sus manos se enredaron en su pelo, follando su boca con rudeza.

Mierda, le encantaba de sobremanera sentir la lengua caliente de Felix, su garganta cerrándose por aquellas arcadas y, oh, sus ojos cristalinos que lo hacían querer follar más y más su linda boquita.

El pelinegro no tardó en venirse cuándo Felix empezó a acariciar sus bolas con suavidad, sacándole un sonoro gemido ronco mientras llenaba todo el rostro del rubio con su semen. Soltó una pequeña risa al ver cómo el mayor limpiaba su rostro con sus dedos y los metía en su boca, dejándolo aún más enamorado con esa escena.

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⏰ Última actualización: Nov 14, 2023 ⏰

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