𝐅𝐎𝐑𝐁𝐈𝐃𝐃𝐄𝐍 𝐂𝐎𝐔𝐏𝐋𝐄 | Cheng Lu ✓

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Suelto un pequeño gemido de dolor al estampar me con la fría pared.

—Mi hermana no puede tener novio—me dice mientras sus manos toman algo fuerte mi cintura.

—Eres un tóxico posesivo—le digo intentando esconder mi calentura de tenerlo tan cerca de mi.

—Es mi deber de hermano—me dice a lo que lo veo a lo ojos.

Su mirada baja a mis labios.

—Besame—me susurra, a lo que obediente mente lo hago.

Sus labios tocaron los míos y fue un beso lento, sus manos bajan hacia mi cintura y la aprieta un poco, suelo un pequeño jadeo y pega mi cuerpo con el suyo.

Mis manos van a su cuello para aumentar la cercanía y el beso se vuelve intenso.

Sus manos tratan de pegarme más a su cuerpo y siento una erección en mi estómago.

Suelto un gemido y una batalla de lenguas comienza. El beso se torna húmedo y nos separamos por falta de aire.

Mis manos van a su pecho y lo acaricio levemente.

—mi pecho no es el único que necesita atención—me dice y vuelve a juntar nuestros labios.

Sus manos van a mi trasero y me levanta, camina conmigo en brazos hacia su habitación.

Escucho que cierra con seguro, me recarga en la puerta y se separa del beso.

Sus labios van hacia mi cuello descubierto, suelto un pequeño suspiro mientras entrecierro los ojos.

Sus besos van cerca de mi pecho, pero sube nuevamente a mis labios.

Me quita mi chamarra y la deja aún lado, tomo la parte superior de su camiseta y se la quitó.

Su abdomen y pecho están descubiertos, su abdomen marcado hace que pase mi mano por ahí.

Me tumba en su cama, besa mi cuello y mandíbula, suelto pequeños suspiros, me doy la vuelta, quedando encima de el.

Beso y chupo levemente su cuello al igual que su pecho. Su manos van hacia mi cintura la cual aprieta.

Subo nuevamente a sus labios y los vuelvo a besar, su boca está llena de mi labial rojo, al igual que su cuello y pecho.

Me da vuelta y siento como acaricia mis muslos por debajo del vestido.

—quitate el vestido—me dice, se ve tan dominante que cada vez me mojo más.

Me bajo el cierre y quitó los tirantes, mi sostén negro queda al descubierto, junto con mis bragas del mismo color.

Me sienta en su regazo para seguir besándome. Acaricia mi cintura ahora desnuda.

Su mano va hacia mi intimidad por encima de mis bragas, suelto un pequeño gemido y busco más cercanía.

—Estas mojada—me susurra al oído, lo que hace más caliente el asunto.

En busca de su calor, muevo lentamente mis caderas sintiendo su grande erección. Su cabeza va hacia atrás por el placer, por lo que beso su cuello.

Sus manos en mi cintura aceleran un poco el movimiento haciendo que suelto pequeños gemidos, los trato de callar mordiendo mi labio.

Su mano va a mi intimidad la cual acaricia por encima de las bragas.

Las hace aun lado y sin previo aviso mete un dedo. Suelto un pequeño grito de placer a lo que el sonríe.

—¿Tan necesitada estás?—se burla de mi, lo odio, pero amo como me está haciendo sentir.

Introduce otro dedo haciendo que ruede mis ojos por el placer.

—Mierda, estás tan apretada y apenas son dos dedos—me dice mientras besa mi cuello—¿Crees que quepa mi pene dentro de ti?—me susurra en el odio para seguir besando.

Mi espalda se curvea al sentir sus dedos tocar mi punto G.

Mis gemidos se hacen un poco más fuertes al sentir mi orgasmo cerca.

Siento como me libero y muerdo levemente su hombro, haciendo que suelte un gruñido.

Toma mi cara y se ríe de mi aspecto, rimel corrido por algunas lágrimas y lo poco que queda de mi labial está regado por mis labios.

Me besa, pero delicadamente, lento pero deseoso. A mitad del beso mi teléfono se escucha por la habitación.

Me separó un poco y lo busco entre su cama, al ver qué es mi padre se me para el corazón.

Cheng se queda en silencio esperando que conteste.

—Ya llegué—me dice mi padre a través del teléfono ¿En qué momento se hicieron las 12?

Me cuelga y me pongo mi vestido. Cheng me ve, se encontraba acostado en su cama.

—Me tengo que ir—le digo algo nerviosa, el asiente, se para de su cama y besa por ultima vez mis labios.

Voy al baño y arreglo lo más que puedo mi maquillaje, me pongo mi chamarra y la cierro, para que no se noten algunas marcas notorias.

Me despido de Meiying y Dre y salgo, mi padre está parado en la esquina.

Subo al coche y me da un beso en la mejilla.

—¿Cómo te fue?—