✯𝑭𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄𝒔 𝑪𝒉𝒓𝒊𝒔𝒄𝒉𝒆𝒍✯

Karma por dos. III 👣

Rachel

Desciendo con cuidado de la camioneta. Christopher no oculta la sonrisa ladina que tiene en la boca y lo miro con los ojos entrecerrados.

Él puede bajar fácilmente ya que no tiene el abdomen del tamaño de una sandía enorme, tampoco debe  preocuparse por estar mal parado y que en un descuido se caiga hacia adelante como si fuera un muñeco inflable —resiste golpes— para sacar la ira.

—Sonríe cabrón, sonríe —mascullo tosca.

—No aguantas nada.

Camino despacio para no agitarme mientras él acaricia el dorso de mi mano de forma distraída. Los cambios de humor son más que drásticos, de un momento a otro puedo estar lanzándole lo que tenga a la mano y al siguiente puedo terminar sentada en su regazo llorando a moco tendido por el arrepentimiento.

Los Morgan yacen en la entrada de la mansión, lo que me causa extrañeza ya que es poco probable que estén allí para recibirnos. Esa familia es complicada.

«Y pronto serás parte de ella»

Cierto.

—¡Mi hermoso sol! —me suelto del agarre del amargado de mi prometido para ir a los brazos de mi doctor.

—Maldita —farfulla Christopher entre dientes.

—Inteligente querrás decir muñequito —deja un beso en mi coronilla y otro en mi panza—. ¿Cómo se comporta éste par?

—Muy tranquilos —emito un suspiro—. Siguen sin dar señales de movimiento.

Le resta importancia con un gesto.

—Tienes 5 meses y medio, y tienden a moverse entre la semana 18 y la 22. No es algo de lo que hay que preocuparse, los Morgan siempre se hacen esperar, porque somos lo mejor de lo mejor.

Sonrío divertida.

Mi suegro se nos acerca apartando a su hermano y rodeándome con sus brazos. Aún es extraña ésta faceta de Alex, siendo muy afectuoso y preocupado.

—¿Cómo van las náuseas?

Comparto miradas con Christopher. Éste aparta la suya, disgustado.

—Bueno... ya cesaron, por completo —asiente complacido—. Pero para irse con alguien más.

Resopla una risa que hace cabrear a su hijo.

—¿Así qué te tocó algo de la acción del embarazo? —Recce palmea su espalda—. Así confirmas lo bueno que es pasar por eso, Barbie.

—Es maravilloso ¿no es así, amor? —lo provoco.

—Cierren la boca —aguanto la risa mientras me abrazo con Regina y Sara que no hacen más que dejar besos en mis mejillas y acariciar mi vientre con adoración.

—¿Y mi familia? —pregunto.

—Se encuentra en sus habitaciones, alistándose para la reunión.

Asiento en modo de agradecimiento hacia Sara y Regina toma mi brazo para guiarnos hacia la parte trasera de la casa.

Es el baby shower de nuestros bebés y entre ella, Sara y mis amigas, me han ayudado muchísimo. En dos semanas logramos organizar todo a la perfección, ya que quería disfrutar de cada parte de ésto. Sigo sin creer que esté embarazada y en unos meses dé a luz pero cada vez que lo olvido mi cuerpo se encarga de recordarmelo con antojos raros, pies hinchados y vejiga urgida de un baño.

—Los sirvientes ya saben qué hacer, Sara se encargará de que todo vaya en orden en la cocina y tus amigas se ofrecieron a encargarse de los demás así que tú disfrutarás —palmea mi mano—. Ahora ve a rodearte de tus invitados, deja que te halaguen y te llenen de regalos a tí y a mis bisnietos, cuando no quieras continuar con todo ésto simplemente los mandas a la mierda, que es allá donde pertenecen.