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ANATEMA.
(𝔪𝔞𝔩𝔡𝔦𝔱𝔬 𝔭𝔬𝔯 𝔇𝔦𝔬𝔰)
הַשָּׂטָן
...Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. (Ezequiel 28:12).
I. LÚCIFER O LUZBEL. Quomodo cecidisti de caelo, lucifer, fili aurorae?
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En el principio de los tiempos, existió Lúcifer: portador de luz. El ángel más cercano a Dios.
Dios creó a los ángeles antes de que creara el universo físico, y ellos lo adoraban mientras éste creaba el Mundo. Ellos observaban cómo moldeaba a sus humanos, a sus tierras y sus mares, y aceptaron que uno de sus deberes fuera tomar el papel de «espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación».
Así mismo, el Altísimo los dotó de diferentes tareas: les cedió diversos puestos y junto a él colocó a su ángel favorito: Lúcifer, un querubín* protector que había sido dotado de belleza y sabiduría por igual. Era, por antojo de aquel idealista Dios, un ser perfecto.
El conocimiento y la inteligencia es lo que nos diferencia de los animales, y Lúcifer muy consciente de ello, quiso dotar a los seres humanos de una sabiduría que no eran capaces de albergar ni soportar. Ante las negativas de su Señor, esta rebeldía se convirtió en soberbia, el mayor pecado conocido.
La soberbia fue lo que caracterizó todo el proceso de desobediencia. Con su palabra en alto, próxima a su corazón, Lúcifer convenció a otros ángeles para unirse a su causa, que era la de invadir el cielo: un auténtico golpe de estado en las alturas.
