42. Mandala

10 0 0
                                    

Mandala es una palabra de origen sánscrito y significa ‘círculo’.

Representa la unidad, la armonía y la infinitud del universo mediante el equilibrio de los elementos visuales.

Un mandala es la unión de lo espiritual y lo natural, de lo vivo y lo muerto, el inicio y el término de siclos.

Con sus formas y diferentes figuras, nos muestra las posibilidades infinitas que tenemos al querer tomar una decisión, sobre las diferentes ideologías y vibraciones que tiene este plano.

Son considerados la interacción mas real entre nuestra mente y nuestro cuerpo, entre los sueños y lo real.

En sencillas palabras, los mandalas son el espejo de nuestra alma y el entorno que nos rodeas, de nuestras vidas pasadas y las que vendrán.

En sencillas palabras, los mandalas son el espejo de nuestra alma y el entorno que nos rodeas, de nuestras vidas pasadas y las que vendrán

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


DONES Y MALDICIONES


CAPITULO


Mandala


— Deberías tratar de hablar con ella, antes que lleguen los de el escuadrón a buscarnos — me dijo Aukan susurrando cerca de mi.

— No se que decir — le respondí.

— Lo mismo pensé yo, es algo difícil, conosco mi temperamento y no sé cómo llevar una conversación como esa — me dijo.

Por un momento solo mire a la enorme ciudad que bajo el velo de la noche hacia relucir una parte menos natural y mucho más artificial.

Era todo un espectáculo mirar desde los lejanos morros dónde nos encontrabamos, las luces los diferentes anuncios de hologramas con formas y colores de todos tipos.

Era como ver a un pavo real abanicar sus alas.

— Deberías de igual forma ayudarme a tratar de hablar con Sayen — le volví a decir.

— Tu eres el revelador, eres tu quien debe dar esas charlas, además ya no se que créer de ella — me dijo con tono seco.

— Si no fuera por ella, estarías en una bolsa de cadáver con una bala en tu cabeza — le dije con un poco de rabia.

Me alejé del muchacho y caminé lentamente algunos metros llegando a una enorme roca donde Sayen se encontraba sentada con su vista fija a la colorida ciudad.

— Está hermosa la noche — le dije callendo en ese estúpido cliché.

Ella solo me miró con cara de preocupación y luego continúo en lo suyo.

Dones y Maldiciones Where stories live. Discover now