Leyenda

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Por el resto de mi existencia, yo siempre recordare como fue que todo esto comenzó.

Me llamo Elena y esta es mi historia: Mi abuela siempre nos contaba a mí y a mi hermano menor una leyenda relativamente popular en el pueblo donde nosotros vivíamos, la leyenda iba básicamente de una joven hermosa, con pelo color de la plata, ojos color morado amatista, vestido tan blanco que se decía que emitía luz, y una hermosa piel blanca como la nieve, era básicamente un hermoso ángel escondiendo a un terrible demonio, un demonio que tu única arma para defenderte de ella eran unos pastelillos llamados pastelillos solares.

Se decía que si ella se encariñaba contigo te llevaba para jamás volver a ser visto otra vez, se decía que sus víctimas favoritas eran los niños y se los llevaba ara jugar eternamente en un lugar al que nadie podía llegar... la luna, principalmente para no estar tan sola.

Yo honestamente siempre disfrutaba cuando la abuela me contaba esa leyenda, pero mi pequeño hermanito siempre se asustaba y difícilmente él podía conciliar el sueño cada que el recordaba aquella leyenda, y honestamente era entendible pues él era apenas un niño de 6 años de edad, pero hasta ahora comprendo porque era.

Pues yo la conocí a ella cuando estaba jugando con otros niños del pueblo, el balón llego a la playa y cuando me acerque para recogerlo me encontré con ella, entonces me acerque y le dije, Elena: Hola, ¿cómo te llamas? Niña: ha, ho- ho-hola, me-me llamo Carmelia. Elena: Un gusto conocerte Carmelia, oye estaba jugando con mis amigos y me preguntaba si tu querías jugar con nosotros. Carmelia: ¿Estas seguras? Es que esos chicos me molestan constantemente. Elena: Vamos no digas eso ellos son buenas personas, y no creo que te haga daño hablar con otros niños de tu edad.

Otra cosa que no comente hasta ahora fue el hecho de que, a pesar de estar toda golpeada, esa niña era igualita a la señorita del cuento y solamente por aquello aquellos niños no querían acercarse a mi nueva ''amiga'', ellos decían que ella era un monstruo y otras cosas que no me pondré a explicar ahorita, pero en ese preciso momento me di cuenta de que esos niños no eran mis amigos, eso explica varias cosas desde el hecho de que me hacían ''bromas'', hasta el hecho de que no me apoyaran en varios momentos. Todo eso por una simple frase. Niño: Vaya, vaya, vaya, ¿al parecer ya te juntas con las ratas no es así Elena?, esa simple frase me abrió los ojos y desde ese día apenas tenía amigos. Y así fue como la conocí.

Sin embargo, desde aquel día las cosas raras empezaron, por ejemplo: Un día fui a visitar a Carmelia, sin embargo, no la encontré sola, la encontré con una señora que le tiraba unos cuantos pastelitos solares, algo que debo aclarar es el hecho de que los pastelillos comúnmente contenían maní. Entonces vi que aquella loca le estaba tirado los pastelillos a Carmelia mientras ella gritaba, señora: Aléjate demonio. Carmelia: Aléjese loca. Elena: Oiga, que le pasa señora. Señora: ¡Que no ves! Te estoy salvando. Elena: No me importa solo lárguese. Que rayos le pasa a esa señora pensé, sin saber que ella me pudo salvar de mi destino. Carmelia: Gracias por salvarme Elena. Elena: no

ahí de qué, pero, o por Dios que le pasa a tu piel. Carmelia: ¿ha esto? No es nada tranquila son solo alergias. Yo sabía que así no funcionaba la alergia al maní, pero no me importaba en aquel momento mas que nada porque estaba preocupada por Carmelia, sin embargo, un día después la señora... murió y su cuerpo fue encontrado en la playa con múltiples arañazos, huesos rotos, varias fracturas y lo más extraño varias marcas en su piel, y no fue necesario decir con quien sospecho primero el pueblo, sin embargo, tampoco tenían las pruebas suficientes como para tomar represarías contra Carmelia.

Otro ejemplo seria que una vez intenté presentarla a mi abuela, sin embargo, su reacción no fie tan diferente que la de aquella señora, pero con la diferencia de que mi abuela me agarro fuertemente y me coloco detrás de ella. Abuela: no te acerques engendro. Elena: ¿Abuela que pasa? Abuela: No te le acerques Elena ella no es de este mundo, y no quiero que te lleve. Carmelia: Señora tranquilícese por favor, yo solo vine a saludar y a conocerla. En ese momento Carmelia se fue corriendo llorando de vuelta a la playa, donde quedaba su casa.

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⏰ Last updated: Dec 16, 2023 ⏰

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