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synopsis. tras pasar malos ratos, te preguntas sí podrás acabar el año tranquilamente o sintiéndote miserable ¿o quizás aparezca un milagro navideño? info. angst? y confort, sadie sink x fem¡!reader. words. 1243 palabras. warnings. uso y mención de alcohol, mención de muerte.
Si hubiera sido cualquier otro día, probablemente me habría mantenido lejos del bar y de la música que dejaría sordo a cualquier ser humano normal con tanto estruendo.
Pero hoy no.
Porque hoy ha sido un día de mierda. No. Tacha eso. Este fue un año de mierda. Incluso podría decir que el año 2020 podría haber sido mejor. Iba por ka cuarta cerveza, sin importarme una mierda la mirada de preocupación que me lanzaba el camarero.
Un asqueroso intentó acercarse, pero no lo conseguí. Juraría que vi una mancha en sus pantalones cuando huyó de mi mirada asesina.
─¿Un día duro?
Puse los ojos en blanco, preparándome para darle al desprevenido desconocido un pedazo de mi mente. Pero todo eso se desvaneció en cuanto vi su rostro ─¿Sadie?
Sadie Sink, mi amiga de la infancia y compañera sentimental, toma asiento frente a mí. Le hace señas al camarero por encima de la música navideña para que pedir algo. ─Ha pasado tiempo.
─¿No vas a detenerme?
─¿Y perderme una bebida? De ninguna manera─. Sadie se burla. ─Ahora, ¿por qué estás bebiendo como si no hubiera mañana?
Quiero contárselo. Cómo dejé mi trabajo perfectamente estable porque me condenaban solo porque era extranjera. Malditos xenofobicos. Mi familia me apoyó pero insinuó que debería haber hecho más: ser más accesible, más simpática, más amistosa. Cómo unos días después de mi graduación, mi madre, que era la única que me comprendío, amo y cuidó desde que era un niña, falleció repentinamente.
Cómo estaba tan mal no podía hacer nada más. Pero al abrir la boca, oigo una vocecita en mi cabeza: ─Sólo estarás agobiando a los demás, como haces siempre.
─Estoy bien.─ Deseché las preocupaciones de Sadie. Quizá podría haberlo hecho mejor, porque ella no parece muy convencida. Le interrumpo antes de que pueda preguntar nada más.
─Estás aquí para beber conmigo. Así que bebe─. Señaló su bebida.
Siento la mirada de Sadie clavada en mi frente. Lo siguiente que siento es la suave tela de mi sofá, Sadie me tumba suavemente antes de ir a la cocina a por un vaso de agua. Oigo el sonido de mi freidora al encenderse.
─Te he hecho papas fritas. La comida grasienta siempre ayuda con las resacas─. Se ríe y me pasa el vaso. Me bebo el agua de un trago, jadeando una vez que he terminado. El olor a comida frita y la hidratación me ayudan a recuperar la sobriedad.
