" Besos " es aquel ejemplo de afecto físico entre dos o más personas. Un beso significará diferentes cosas dependiendo del lugar y la persona a la cuál se le da. Oliver y Kiki aprenderán ésto juntos, pasando de amigos a una pareja más del montón. ¿O...
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Viernes, viernes por la tarde noche.
Era un día de la semana el cuál, la gran mayoría de personas utilizaban para salir de sus hogares y rutinas. Adolecentes, adultos, niños acompañados de sus padres, no importa cuál de las opciones sea, todos y cada uno lo tomaban como costumbre. Todos con sus vidas tan apartadas, pero en un mismo lugar. Kiki sentía envidia de todas esas personas, le hacían recordar pasados días de felicidad que ya estaban muy alejados de su realidad. Miraba por su ventana, sentada en el borde de un sillón, como es que el cielo comenzaba a vestirse de tonos fríos, sin dejar de ocultar lo llamativo del sol a esa hora. Habían diversas luces provenientes de los autos, la pelinegra los miraba asombrada desde aquel décimo quinto piso, parecía como si pudiera tocarlos a cada uno.
De forma inconsciente e inoportuna sentía los pasos provenientes del pasillo que estaba afuera de su departamento, mismos que desordenaban su concentración. Y si bien no esperaba a nadie, podía sentir el como la ansiedad se abría paso en su cerebro y se instalaba con total comodidad. Ese inusual palpitar en su pecho que indicaba una curiosa y sin razón emoción era lo único que Kiki podía sentir. Desde el lugar en donde estaba sentada divisó a lo lejos esa mochila que solía llevar a todas partes. Era lila, y poseía algunas decoraciones, unas más notables que otras, y la que más había capturado su atención había sido ese obsequio que Oliver le había dado hace un par de semanas. Se levantó y se dirigió hacia donde normalmente mantenía colgaba dicha mochila. Al estar de frente posó su mano en el regalo y el llavero de la flor carmín se deslizaba entre sus pálidos dedos.
Se mantuvo así un par de minutos antes de lenta e inconscientemente sacar su teléfono del bolsillo. Y se dejó llevar por su instinto por primera vez. Rebuscó entre contactos hasta encontrarlo. Y cuatro tonos fueron suficientes para oír la voz del muchacho.
⏤ ¿Aló? ⏤ se escuchó del otro lado.
⏤Oliver! Hola, te llamaba para preguntar si de casualidad tenías pensado hacer algo hoy ⏤ Preguntó la pelinegra, mientras, con nervios; jugaba con algunos mechones de su cabello.
⏤¿Hacer algo hoy..? Mm.. ⏤ lo pensó. ⏤La verdad es que no, ¿Por qué? ⏤
⏤Quería invitarte a mi casa, ¿Es posible? ⏤
⏤No veo porque no.. está bien, estaré allí en una media hora ⏤
⏤Muy bien, nos vemos aquí entonces ⏤ Pronunció la pelinegra antes de cortar la llamada.
Al cortar se dejó caer unos quince segundos en la felicidad más pura que podía experimentar, y si bien, él podía no ser más que un amigo de su corta lista; Oliver era sin duda un apoyo en el cual había estado recayendo más de una vez, sobretodo esas últimas semanas. Y después de sonreír e ignorar los síntomas obvios que experimentaba; revisó de manera precisa cada detalle que pudiera significar una imperfección. Kiki se había dirigido exactamente a una estantería, en la cuál contenía guardados algunos libros que había recolectado con el paso del tiempo. Tomó uno entre sus pálidas manos, leyó el título con cautela y hecho un vistazo a su contenido interno, pensándolo poco lo dejó encima de una pequeña mesita que se encontraba al lado del sofá.
