Dyson

0. Prólogo

En un futuro difícil de imaginar, justamente en el año 2250, debido a que se pudo avanzar el desarrollo tecnológico de una manera inimaginable, no solo el humano pudo viajar al espacio con la suerte de que su cohete no sufriera daños, sino que también encontraron la manera de poder realizar incontables expediciones sin miedo a la cantidad de oxígeno almacenada o sin miedo de que se pueda llegar a un contratiempo que termine con sus vidas.

Uno de los equipos que iba a realizar una expedición en busca de alguna señal de vida fuera de la Tierra, comenzó un viaje que consiguió saber que posiblemente la existencia vital no era solamente algo que se podía encontrar en su mundo sino también en otro planeta llamado kepler-452b, que contenía microorganismos y bacterias, siendo así el primer lugar en el espacio en el que se creía que encontrarían vitalidad.

¿Qué fue lo que se encontró? ¿Dónde? ¿Qué era eso? ¿Para qué funcionaba? ¿Quién lo creó? ¿Dónde están ellos? Desde la cabina de mando se realizaban millones y millones de preguntas, pero ¿Quién puede culparlos? Se encontró algo que realmente el ser humano no pudo imaginar. Al pasar por un planeta que no se había investigado en profundidad, este equipo de cuatro personas pudo descubrir una construcción sumamente grande, una esfera de Dyson.

-¿Dyson? ¿Qué es eso? - preguntaban desde la cabina de mando situada en la Tierra.

- Es una estructura que al colocarla alrededor de una estrella podría aprovechar en su máxima potencia la energía lumínica de esta. - habló Juan, uno de los integrantes del grupo dentro del cohete.

- Es impresionante - intervino Luana, otra de las miembros mientras observaba con sorpresa la estructura.

- No se ven señales de vida, puede ser que la especie que realizó este invento escapó o simplemente se extinguió. - dijo Juan.

- La esfera no está en buenas condiciones, al parecer se rompió o le sucedió algo, está despedazada. Se ve como gravitan pedazos de ella por todo el alrededor. - habló Gabriel desde la cabina donde se permitía tomar fotografías de las cosas que se veían en el exterior con una cámara que contenía el cohete.

Luego de tomar todas las fotos que se pudieron sobre la esfera, los miembros decidieron volver a su planeta ya que su misión había sido cumplida. La investigación en profundidad sobre ese invento iba a ser trabajo de otro equipo que tuviera más información del tema y las herramientas necesarias.

- Entonces, ya podemos decir que no solo nosotros somos los únicos seres vivos. - dijo Mario, el integrante que hasta ahora no había dicho ni una palabra.

- No sabemos qué pudo pasar con ellos, pero esto al menos podría ayudar a que la humanidad pudiera avanzar. - pensó Luana en voz alta mientras miraba fijamente algún punto de la cabina.

Al llegar a la Tierra, los jefes de los compañeros pidieron total discreción sobre el asunto ya que ellos iban a encargarse de que se difundiera en los medios, solamente que no era el momento aún. Los miembros no dijeron nada, pero sabían a la perfección que era muy dudoso que fueran a informarle a la gente lo que se había hallado, posiblemente porque querían realizar proyectos en secreto.

Ya había sucedido antes cuando hallaron las bacterias en kepler-452b, y hasta ahora todavía no le informaron a la gente lo que se encontró. En silencio, cada tripulante se fue a su casa a descansar hasta que volvieran a llamarlos. Pero ¿esto realmente va a quedar así? ¿Se va a poder encontrar algo más importante? ¿Qué sucederá con la esfera de Dyson?